vidas cotidianas, un nombre sin rostro, sin amos,
sin bolsillos, huérfanos tal vez, hijo múltiple
de pobladas soledades, tal vez, alguna brisa
se habrá aventurado hacia tu centro y
habrá soplado un ardor.
Tal vez, algún ardor en tu centro ha crecido en llamas
y las llamas se han elevado en vapores de irrealidad,
y, tal vez, sobre las llamas han querido volar.
Tal vez, en el vuelo, lo has pensado en la noche;
tal vez, una noche ha deshojado al pensar
y no sabes, de tan rojo que se pone el firmamento,
si son hojas . . .
si son tus manos . . .
si son las mías...
Tal vez, serán hojas que el viento nos regaló.
Elmar Consol