Siempre te digo que me ames sin temor,
que no me niegues tus caricias,
como tampoco tu amor, bésame así,
muy suave, y siente mis labios
que no mienten cuando dicen...
¡Cuánto te amo mi amor!
Ámame así sin miedos, ámame sin reproches,
siente mi piel que se estremece a tu contacto
y cuando mis fuerzas flaqueen déjame en tu regazo
con tu pasión que calma mis ansias locas...
Elévame más allá de las estrellas con tus caricias,
hazme alcanzar el infinito en tu calor;
siente el roce de mi piel, que te pide que me ames
así sin prisas, y juntos esperemos el amanecer.
Ámame amor mío, quiero en tus brazos estremecerme;
ámame, que mi cuerpo esté tan cansado de amar
para seguir soñando que un día todo esto será realidad
y ya no necesite soñar para tenerte en mis brazos...
Cheffo - José Antonio Dávila.