Lo que yo quiero
Que nadie me conozca y que nadie me quiera.
Que nadie se
preocupe de mi triste destino.
Quiero ser incansable y eterno peregrino
que camina sin rumbo porque nadie le espera.
Que no sepan mi vida, ni
yo sepa la ajena.
Que ignore todo el mundo si soy triste o dichoso.
Quiero
ser una gota en un mar tempestuoso
o en inmenso desierto, un granito de
arena..
Caminar mundo adentro solo con mis dolores.
Nómada, sin
amigos, sin amor, sin anhelos,
que mi hogar sea el camino, y mi techo sea el
cielo
y mi lecho las hojas de algún árbol sin flores.. .
Cuando ya
tenga polvo de todos los caminos
Cuando ya esté cansado de luchar con mi
suerte,
me lanzaré en la noche sin luna, hacia la muerte.
de donde no
regresan jamás los peregrinos.
Y morir una tarde cuando el sol triste
alumbre,
descendiendo un camino o ascendiendo una cumbre,
pero donde no
haya quien me pueda enterrar.
Que mis restos ya polvo los disipen los
vientos,
para que cuando ella sienta remordimientos
no se encuentre mi
tumba, ni me pueda rezar...
Héctor José
Díaz