Promesas
Cuantas promesas se marchitaron con los recuerdos de antaño, Se sumergieron en el océano de pensamientos egoístas, Tus mejillas se ajaron, esperando el momento, aquel que las reviviría, Pero quedaron guardadas en el silencio de tiempos prehistóricos, En un corazón fosilizado por los intentos, que una y otra vez evocabas, Distante del presente, el futuro te daba la espalda, y una y otra vez recordabas Desde tus ojos que efervecían con la fiebre inquieta en tu cerebro, Las promesas, se re quebrajaron como alfombras de otoño, y te cubrían el alma En la espera eterna, de las promesas que nunca fueron cumplidas. Viviana Espinoza |