Los caminos de los hombres son los caminos de Dios. Señor, no andamos por caminos diferentes. Tú andas por donde nosotros andamos. Y nos pides que nosotros andemos por los tuyos. Ni Tú quieres caminar en solitario, ni quieres dejar que nosotros caminemos en soledad. Nosotros queremos ser tus Cireneos que te ayudemos a llevar tu Cruz, como tú quieres ser el nuestro que nos ayudes a cargar con las nuestras. Tú cargas con tu Cruz, que en realidad no es tuya. Es la que nosotros hemos fabricado para ti. En tu Cruz están todas nuestras cruces. Por eso, Tú y nosotros, cargamos la misma cruz. Tú sabes mucho de cruces. Nosotros también. Enséñanos a ser fuertes y que, como Tú, podamos llegar juntos al final del camino.
CON TODO MI CARIÑO DALINELI
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