Doris les contó la historia de la muerte y
resurrección de Jesús y les habló del renacer de la naturaleza en la primavera,
le dio a cada uno de los niños un huevo de plástico grande y les dijo: "quiero
que se lleven este huevo a sus casas y me lo traigan mañana con algo adentro,
algo que muestre nueva vida, ¿entendieron todos?" "¡Sí!". Los niños respondieron
emocionados.
Todos
menos Jeremías, él solamente escuchó atentamente y sus ojos nunca se apartaron
de la cara de la maestra. Curiosamente él no había hecho sus extraños gruñidos.
¿Acaso
había él entendido lo que ella había dicho acerca de la muerte y resurrección de
Jesucristo?
¿Acaso
entendió la tarea que la maestra les pidió para mañana?
La
siguiente mañana, 19 alumnos fueron a la clase, sonriendo y hablando mientras
dejaban sus huevos a un lado del escritorio de la maestra en una canastilla de
tela. Después de que terminaron la clase de matemáticas, era tiempo de abrir los
huevos.
En el
primer huevo Doris encontró una flor, "OH sí, una flor es una señal de nueva
vida, cuando las plantas comienzan a salir sabemos que la primavera esta aquí".
Una
pequeña niña levantando su mano decía: "hey, ese es el mío".
El
siguiente huevo tenía una mariposa de plástico la cual se miraba real. Doris la
levantó y dijo: "todos nosotros sabemos que la oruga cambia y crece y se
convierte en una linda mariposa y eso es una nueva vida también".
La
pequeña Judith orgullosamente gritaba: "ese es el mío".
Entonces
Doris abrió el tercer huevo. Ella se sorprendió. ¡El huevo estaba vacío!
Ella
pensó: "seguramente éste ha de ser de Jeremías y pues claro, no entendió las
instrucciones".
Para no
avergonzar a Jeremías, despacio puso el huevo a un lado del escritorio e iba a
sacar otro huevo, cuando de repente Jeremías habló alto:
"¿No va
hablar de mi huevo, maestra?"
Doris le
contestó, "¡pero Jeremías, tu huevo está vacío!" Jeremías mirando fijamente a
los ojos de la maestra dijo suavemente:
¡Sí,
pero la tumba de JESÚS ESTABA VACÍA también!
El
tiempo como que se detuvo antes de que hablara la maestra de nuevo. Doris le
preguntó:
¿Tú
sabes por qué la tumba estaba vacía?".
"¡Sí!",
Exclamó Jeremías, "Jesús fue crucificado y puesto en una tumba y... y su Padre
lo resucitó!"
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