Habia encontrado muchos demonios vestidos de angeles, pretendiendo acercarse a mi , para dañarame mas.
Y de pronto una luz ilumino mi camino, era un bello angel ; El me dijo ven, no te asustes que yo te voy a proteger y abrio sus alas y me dio todo el calor y ternura que jamas crei imaginar.
Yo recuerdo haber sentido esta misma sensacion con mis padres mucho tiempo atras , cuando era niña.
Se ahora que ellos me enviaron a este angel para que cuidara de mi, acariciara mi alma , mi espiritu.
En sus ojos azules, profundos , limpios puedo ver el mar , el cielo azul.
Sus manos tan suaves como los petalos de una rosa curaron mis heridas solo con tocarlas.
El tono de su voz es como el canto de los pararitos que nos arrullan por las mañanas.
Me siento libre ahora
Puedo cantar sin instrumentos musicales
Puedo bailar sin escuchar una melodia
Puedo sonreir sin ninguna razon
El miedo no me invade mas , estoy segura que donde quiera que yo me encuentre mi angel siempre estara cerca de mi
AUTORA: Cecilia Diez Canseco de Arnold