TENGO MIEDO
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del
cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazòn un llanto de
princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.
Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño
que reflejo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de
caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una
estrella.)
Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
y
hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
No hay oído en la tierra que
oiga mi queja triste
abandonada en medio de la tierra
infinita!
Se muere el universo, de una calma agonía
sin
la fiesta del sol o el crepúsculo verde.
Agoniza Saturno como una pena mía,
la tierra es una fruta negra que el cielo muerde.
Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes
de la tarde, como barcas perdidas
que escondieran estrellas rotas en sus
bodegas.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.