DIOS NO LO SABE
Dios no lo sabe, pero yo estoy triste como los viejos pozos en la tarde;
triste como el portón de la herrería
que hace cien años que no ha abierto nadie.
Ya le encuentro sabor de sed al agua,
viendo crecer un trigo miserable;
y todo se me va con el otoño,
pero Dios no lo sabe.
Dios no lo sabe, porque está allá arriba, y yo acá abajo, triste a mi manera;
yo, que ya sé lo que no dice el viento y de qué modo hay que pisar la hierba.
Dios no lo sabe, pero yo lo digo, solo en la noche, solo en la tristeza,
y eso que sé que nada cambiaría aunque Dios lo supiera.
Yo sé el camino del que sigue andando
derechamente hacia ninguna parte
y ese lado del tiempo donde hay nieve para el pequeño amor que llega tarde.
Yo sé cómo se cierra cada puerta en el anochecer de cada calle;
y sé que hay un sol negro que da sombra, pero Dios no lo sabe.
derechamente hacia ninguna parte,
sin hsta arriba hacia la primavera
de la lluvia que llueve y ya no es lluvia Dios no lo sabe, y nada cambiaría,
nada, por más que un día lo supiera. O tal vez Dios lo sabe, y está triste
sin que nadie lo sepa...
JOSE ANGEL BUESA
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