MATERNIDAD
Un arrullo de sangre por las venas. Un cansancio de luz en las pupilas,
un escozor de ala en las axilas y en la carne un preludio de azucenas.
Un lento madurar de horas y penas, sordo río de noches intranquilas,
y en el simple silencio en que te exilias, buscar los senos y encontrar colmenas.
Sentir más cerca la razón del nido. Pulsar toda la espera en un latido,
analizar la curva en las corolas,
y escuchar que tu angustia se convierte
en un llanto que triunfa de la muerte sobre un encendimiento de amapolas.
JORGE ROBLEDO ORTIZ
COLOMBIA
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