Allí en lo profundo de ti mismo sólo existen:
Voluntad, Amor y Sabiduría.
Allí sólo encontrarás lo bueno y lo
perfecto, y eso es lo que eres en esencia.
Toma lo mejor de lo que allí
palpita, lo mejor de ti mismo y vuelve para empezar con ello un nuevo
día.
Entonces serán buenos los frutos que trae
cada día pues llevarán la savia pura de tu mejor esencia.
Por eso, busca en cada día la esencia buena
que atesora tu espíritu, ahí en lo más profundo de ti mismo, y sazona con ella
tus frutos, y vive cada día como el mejor de tu vida.
Concentra todas tus energías en vivir
intensamente esas pocas horas que tienes por delante, desde la aurora que te
despierta hasta el descanso reparador de la noche.
Olvida el ayer y deja el mañana para cuando
llegue su momento.
Olvida tus errores pero ten presente la
experiencia que de ellos surjan.
Y si vas a recordar, recuerda sólo cosas
buenas, es de necios llevar a cuestas la carga de ayer.
Vive plenamente este día, porque el hoy es
un don maravilloso que tienes, y porque la vida es un eterno
presente.
Sonríe cada mañana porque Dios se ha
despertado antes que tú
y ha colgado el sol en tu ventana.
desconozco el
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