CARACAS (AP) — Decenas de miles de empleados públicos y seguidores del presidente Hugo Chávez acompañaron
el lunes al mandatario a su inscripción como candidato para competir por un tercer período de gobierno,
en medio de un contexto de crecientes dudas sobre su salud.
"Como jugador del juego político vengo aquí a cumplir con la ley, y me comprometo y comprometo a mis seguidores, que son ustedes,
saben millones, a apoyar todas las acciones del árbitro electoral", expresó Chávez en un breve discurso
tras formalizar la inscripción ante las autoridades electorales.
"Me comprometo a reconocer los resultados", agregó.
Ataviado de una chaqueta deportiva con los colores de la bandera venezolana y su característica boina roja,
Chávez acudió a la sede del Consejo Nacional Electoral
(CNE), en el centro de la capital, montado en un camión en el que estuvo acompañado por sus hijas, Rosa Virginia
y Rosinés, su hermano mayor Adán, y algunos de sus estrechos colaboradores.
De manera pausada, Chávez caminó por la entrada y pasillos del CNE saludando a las autoridades e invitados, desvirtuando así las versiones sobre supuestas complicaciones de salud.
El mandatario luego acudió a una multitudinaria concentración en una plaza del centro de Caracas, ubicada en la parte trasera del CNE, donde
aprovechó para saludar a sus seguidores, bailar y cantar algunas canciones.
"Quiero agradecer a mi Señor el estar aquí hoy", dijo Chávez al reconocer que el último año fue "difícil" debido a los padecimientos del cáncer,
pero no ofreció detalles sobre el estado actual de la enfermedad.
El gobernante rechazó las versiones sobre su supuestas complicaciones de salud y dijo
que todo responde a una "guerra psicológica del adversario".
"Venceremos el 7 de octubre por nocaut, 10 millones de votos por el buche (estómago) para que respeten
al pueblo, para que respeten a la patria los majunches (los malos),
los escuálidos, la burguesía", afirmó el mandatario durante un discurso de más de dos horas que ofreció
a sus simpatizantes que al grito de "¡uh, ah, Chávez no se va!" celebraron su postulación.
Chávez se abstuvo de nombrar al candidato opositor, Henrique Capriles, pero se refirió al discurso
que ofreció en la víspera calificándolo como "inodoro, incoloro e insípido".
En su característico estilo de confrontación, aprovechó para fustigar a sus opositores los llamó "peleles",
"vendepatrias" e "hijos de mamá que nunca estudiaron".
"Nosotros somos la garantía de la independencia nacional", dijo el gobernante al llamar a sus seguidores a defender la unidad y la independencia,
la cual consideró como "el bien más preciado que hemos logrado en estos 13 años de gobierno".
"Los que quieran colonia vayan con los majunches. Los que quieran patria vengan con Chávez", sostuvo el gobernante, y advirtió a sus adversarios
que de irse por el camino de la "violencia" y la "desestabilización", responderá "con más profundización de la revolución socialista".
Chávez denunció la existencia de amenazas contra la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), e informó que le dio instrucciones a su ministro
de Petróleo para que en la reunión de esta semana del cartel presente un "reclamo" a los países miembro para que
"respeten los códigos de la organización y las decisiones que se tomen en esas reuniones".
Con la inscripción de su candidatura, Chávez arranca una nueva contienda electoral en la que luce como favorito para derrotar
en los comicios del 7 de octubre a Capriles, según señalan las principales encuestadoras locales.
A diferencia de otros procesos, el mandatario, de 57 años, no la tendrá tan fácil para vencer a su contrincante debido a los padecimientos
propios de su enfermedad y el desgaste que ha sufrido luego de 13 años en el poder.
A esto se suma la creciente simpatía que ha generado la candidatura de Capriles, un abogado de orientación centro-izquierdista de 39 años
y considerado el rival más fuerte que ha enfrentado el gobernante en más de una década.
Algunas encuestas promocionadas por el gobierno le dan a Chávez una ventaja de alrededor de 20 puntos porcentuales sobre Capriles, pero otros estudios
reducen la brecha entre el mandatario y su contrincante a unos cinco puntos, lo que ha llevado a los analistas a estimar que las elecciones estarán reñidas.
El mandatario fue intervenido el 26 de febrero en La Habana para extirparle una lesión cancerosa de dos centímetros que apareció en la misma región
pélvica donde hace un año le extrajeron un tumor. A partir de marzo, el mandatario inició las sesiones de radioterapia en Cuba para combatir la reaparición del cáncer.
Al culminar su tratamiento y retornar al país el 11 mayo, Chávez se sometió a un estricto reposo y limitó sus apariciones públicas. No fue sino hasta
el pasado 2 de junio cuando se vio al presidente de pie en un acto en el palacio de gobierno en el que recibió al viceprimer ministro bielorruso, Vladimir Shemashko.
Aunque algunos analistas estimaron que la enfermedad podría perjudicar a Chávez en su carrera por un tercer mandato, a un año que
le detectaron el cáncer, el gobernante sigue manteniendo una popularidad que está sobre 50%.
Lo que para cualquier político habría significado el retiro de su carrera, en el caso de Chávez se convirtió en una oportunidad para sacarle
dividendos políticos, afirmó Luis Vicente León, presidente de la encuestadora local Datanálisis.
León dijo a The Associated Press vía telefónica que el "secretismo total" que ha mantenido el gobierno sobre la enfermedad "ha evitado que
la población crea que es una enfermedad mortal que le impedirá el futuro a Chávez", a la vez que ha generado
una atención permanente sobre el estado de salud del mandatario.
De forma simultánea el gobierno ha impulsado en los últimos meses una intensa campaña de promoción de la obra e imagen de Chávez
en todos los medios privados y públicos que le ha permitido al mandatario estar permanentemente presente entre los venezolanos y opacar a Capriles.
"Ese ambiente inundado alrededor de la información de la enfermedad hace mucho más difícil la campaña", indicó León al hablar de las dificultades
que ha enfrentado el candidato opositor en los últimos meses. Pero sostuvo que Chávez está obligado ahora a cambiar su estrategia
y demostrar que está recuperado para que la enfermedad no le implique costos electorales.
Capriles, quien la semana pasada se separó de la gobernación de estado central de Miranda, acudió el domingo a la sede del organismo electoral
para inscribir su candidatura acompañado de centenares de miles de seguidores que marcharon en la capital para respaldar la postulación.