Los policías de base demandan al gobierno un aumento salarial y la derogación de una reciente norma disciplinaria y exigen negociar únicamente con el presidente Evo Morales, quien tuvo que anticipar su regreso de Brasil para atender la emergencia.
"La confrontación no es el camino adecuado para lograr reivindicaciones. Pido a mis camaradas reflexionar y deponer medidas de presión para sentarse a negociar con el alto mando", dijo el viernes el Comandante General de la Policía coronel Víctor Maldonado en rueda de prensa.
La protesta comenzó la semana pasada con un campamento de las esposas frente a algunas unidades policiales en La Paz reclamando un salario para sus maridos similar al de los militares y una jubilación con 100% del salario.
El jueves un grupo de policías de base tomó por la fuerza un cuartel de una unidad antidisturbios ubicado a cien metros del palacio presidencial.
En Santa Cruz, Cochambamba, Oruro, Sucre y Tarija la policía se replegó a sus cuarteles y dejó a las ciudades sin patrullaje en las calles, según informes de medios locales y de dirigentes policiales.
El movimiento no es secundado por los oficiales de la policía, que tiene 33.000 efectivos.
Las puertas del palacio presidencial permanecían cerradas el viernes y soldados de la policía militar resguardaban el edificio con armas largas.
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