Amor mío, esposa mía... Quisiera llegar a ti con el aura indescriptible de mi amor y apaciguar mis ansias de abrazarte y besarte ... y que me apagues con un beso tentador.
Quisiera dibujar tus sueños con todas mis fuerzas en el lienzo de lo posible de Dios.
Como todas mis cosas están llenas de ti tus sueños y los míos se cruzan como se cruza en el cielo el resplandor de una estrella que brilla.
Es inevitable, pero, te amo aunque mis actos perdidos en el descuido de mi proceder te digan lo contrario, te amo.
Eres mía, soy tuyo es tan real como las flores del campo y el titilar de la estrella de la mañana sobre los ojos mojados con la presencia de Dios.
En el reflejo de una lágrima como un niño y de rodillas te pedí al altísimo y el te me concedió por eso eres mi milagro.
Para ti con mucho amor dedico estas palabras es versolibrismo que acaricia mi pluma y mi inspiración divina llena de fragancia de rosas y amor profundo. Carmelo González.