Bajo tus alas voy,
bajo tus alas miro un cielo de figuras,
el viaje hacia la fábula
durmiendo en las ramas de los árboles.
Ante mis ojos pasas con un aire de abismos inminentes,
llena de soledad o herida ciega
de mis manos huyendo junto a el alba.
Se ha quedado una espina en la garganta
y resuena un lamento adormecido
en todo lo que digo o lo que callo.
Se cierran las ventanas de la espiga
que afiló su milagro de este olvido,
en el itinerario de tu vuelo
escapas de mis manos.
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