Desayunos del
alma
Desayunos del alma... El mirar tus
sueños en esa penumbra, escuchar tu respirar pausado y buscar no alterar los
horarios de nadie, son los primeros intentos por despejar la noche y asumir la
claridad de un despertar tranquilo...
Silencioso, que se ve interrumpido
por una mirada de mi amada, por su mano cálida y un abrazo sentido, nos vamos
ordenando en deberes y agitamos los relojes que nos empujan a la rutina, no
importa, ya desayuné tus gestos, ya me alimenté de la presencia ausente de mis
retoños, me quedo satisfecho y camino a mi puerta soy escoltado por mi perro que
me danza su alegría y por una última mirada de buenos deseos, de amor, de
compañía, no sé, pero que me alimentará por el resto de la mañana, esperando los
almuerzos del alma.
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