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General: EL PAPA BENEDICTO XVI RENUNCIARA A SU CARGO EL 28 DE ESTE MES
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Benedicto XVI ha anunciado que dejará su puesto el 28 de febrero durante un acto interno de canonización, según informa la agencia italiana Ansa.
"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad,
no se adecúan por más tiempo al ejercicio de mi Ministerio", ha anunciado ante el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto.
"Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales
el 19 de abril de 2005", ha añadido el Pontífice, según el comunicado.
La decisión sentó las bases para un cónclave —un encuentro secreto donde los cardenales votan para elegir a un nuevo Papa— antes de que concluya marzo.
La renuncia al puesto al frente de la Iglesia Católica de Banedicto XVI no es la primera.
Ya Benedicto IX, elegido en el 1032, renunció a su cargo; Celestino V, abandonó el Papado a los cinco meses de su elección;
y el último hasta el momento había sido Gregorio XII para poner fin al cisma de Occidente.
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Actualizado: 2/11/2013 9:33 AM | Associated Press-BERLIN
dijo Georg Ratzinger, el hermano del pontífice, quien agregó que Benedicto XVI llevaba meses estudiando la idea de abdicar.
El papa Benedicto XVI anunció el lunes que renunciará el 28 de febrero.
Desde su casa en Ratisbona, Alemania, Georg Ratzinger declaró a la agencia de noticias DPA que su hermano tenía cada vez
más dificultades para caminar y que su renuncia era parte de un "proceso natural".
"Su edad ya le pesa", dijo el hermano, de 89 años, refiriéndose al Papa, que tiene 85. "A esta edad mi hermano quiere descansar más".
The Associated Press hizo varias llamadas telefónicas a Georg Ratzinger en busca de declaraciones, pero no contestó.
Copyright © 2013 Associated Press. Todos los derechos reservados.
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Fotografía provista por el periódico vaticano L'Osservatore Romano, en la que el papa Benedicto XVI (derecha) estrecha al cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica, después que el pontífice anunció su renuncia en el Vaticano, el lunes 11 de febrero de 2013. El Papa anunció que renunciará el 28 de febrero de 2013 porque ha visto disminuir su "vigor, tanto del cuerpo como del espíritu". (Foto AP/L'Osservatore Romano, ho)
En esta fotografía provista por el periódico vaticano L'Osservatore Romano, el papa Benedicto XVI lee un documento en latín en el que anuncia que abdicará el 28 de febrero de 2013, al final de una reunión con cardenales en el Vaticano, el lunes 11 de febrero de 2013. (Foto AP/L'Osservatore Romano, ho)
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Benedicto XVI ha dicho que él se ve como un Papa renuente, un tímido ratón de biblioteca que prefiere dar paseos solitarios en los Alpes que los reflectores y la majestad de la pompa vaticana. El Vaticano anunció el lunes que el líder de mil millones de católicos en todo el mundo ha decidido abdicar: el primer pontífice en hacerlo desde 1415.
El teólogo alemán, cuya misión era reavivar el cristianismo en una Europa secularizada, se topó en cambio con la tarea monumental de purgar la Iglesia de un escándalo de abusos sexuales que creció durante el papado de Juan Pablo II y que le estalló en las manos, siendo la crisis más grande de la Iglesia en las últimas décadas, si no siglos.
Más recientemente, Benedicto XVI cargó con el peso doloroso de la traición de uno de sus colaboradores más cercanos: su propio mayordomo, quien fue hallado culpable por un tribunal del Vaticano de robar documentos personales del pontífice para dárselos a un periodista, una de las filtraciones de seguridad papal más graves de los tiempos modernos.
Al mismo tiempo, Benedicto XVI prosiguió su visión inquebrantable de reavivar la fe católica en un mundo que, como él se lamentaba con frecuencia, parecía creer que puede prescindir de Dios.
"En numerosas partes del mundo de hoy, hay un extraño olvido de Dios", dijo a un millón de jóvenes reunidos en un campo enorme de Colonia, Alemania, en 2005, durante su primer viaje al extranjero como Papa.
Con algunas medidas decisivas y a menudo controvertidas, Benedicto XVI trató de recordarle a Europa de su herencia cristiana y de colocar a la Iglesia Católica en un camino tradicional, que a menudo alejó a los progresistas y emocionó a los conservadores.
Sin embargo, su papado estará vinculado para siempre a los escándalos de abusos sexuales.
Durante el curso de unos pocos meses en 2010, miles de personas en Europa, Australia, Latinoamérica y otros lugares denunciaron que sacerdotes los habían violado y agredido sexualmente cuando eran menores, y que los obispos habían ocultado esos delitos.
Varios documentos revelaron que el Vaticano estaba al tanto de los problemas pero durante décadas se hizo de la vista gorda, e incluso en algunos casos rechazó a obispos que trataron de hacer lo correcto.
Benedicto tuvo conocimiento de primera mano sobre el alcance del problema en su antiguo despacho, la Congregación de la Doctrina de la Fe, que dirigió desde 1982, y era responsable de hacer frente a los casos de abuso.
Benedicto se reunió con víctimas de todo el planeta, lloró y oró con ellas. Prometió que la Iglesia tenía que "hacer todo lo posible" para asegurar que esos crímenes no volvieran a ocurrir jamás. El Vaticano actualizó su código jurídico para extender la prescripción de los delitos e informó a las conferencias de obispos de todo el mundo que implementaran directrices para prevenir el abuso.
Pero Benedicto nunca admitió ninguna falla personal o que el Vaticano hubiese hecho algo indebido. Para descontento de las víctimas, nunca tomó medidas contra los obispos que ignoraron u ocultaron el abuso de los obispos o trasladaron a pedófilos conocidos a otros cargos, donde abusaron de menores nuevamente.
A pesar del empeño que puso en tratar de sanar las heridas de la Iglesia, el mensaje de Benedicto siempre quedó bajo la sombra de su frío estilo personal. Benedicto, que no fue el Papa popular que recorrió el mundo ni la estrella de los medios de comunicación como Juan Pablo II, fue un maestro y académico hasta los tuétanos: de poco hablar y pensativo, y con una mente inquisitiva. Hablaba en párrafos, no frases. En años recientes, su mala salud lo hizo parecer cada vez más frágil y alejado en público. Y era notoriamente conocido por equivocarse.
Algunas de las iniciativas duraderas de Benedicto como papa —las acciones por las que será recordado— se concentraron en restaurar la práctica tradicional del catolicismo en el siglo XXI. Fue un intento por corregir lo que consideraba una interpretación errónea del Segundo Concilio Vaticano, las reuniones celebradas entre 1962 y 1965 que llevaron a la Iglesia Católica al mundo moderno.
Su visión conservadora es un camino que su sucesor probablemente continuará dado que la mayoría del Colegio Cardenalicio —los príncipes de la Iglesia que elegirán al próximo Papa— fueron escogidos personalmente por Benedicto para garantizar su legado y asegurar un futuro ortodoxo para la Iglesia.
Benedicto hizo menos estrictas las normas sobre la celebración de la misa en latín, que databa de antes del Segundo Concilio. Se acercó a un grupo de católicos tradicionalistas y cismáticos en un intento por atraerlos de nuevo a Roma. E hizo una invitación sin precedentes a anglicanos tradicionalistas molestos por la elección de mujeres y homosexuales como sacerdotes a que se unieran a la Iglesia Católica.
Con esto alienó a muchos católicos progresistas que temían que estaba tratando de echar atrás lo logrado en el Segundo Concilio. También molestó a algunos judíos que comparaban a la Iglesia antes del Segundo Concilio con el momento en que se consideró que los judíos estaban listos para la conversión y se los responsabilizó colectivamente por la muerte de Cristo.
Pero al igual que Juan Pablo II, Benedicto hizo del acercamiento a los judíos una de las claves de su papado. Su primer acto oficial como Papa fue enviar una carta a la comunidad judía de Roma y ser el segundo Papa en la historia, después de Juan Pablo II, en entrar a una sinagoga.
Y en su libro "Jesús de Nazaret", publicado en 2011, Benedicto exoneró al pueblo judío por la muerte de Cristo, explicando que desde el punto de vista bíblico y teológico, no había bases en las Escrituras que apoyaran el argumento de que el pueblo judío como un todo era el responsable de la muerte de Jesús.
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CIUDAD DEL VATICANO
Papa decidió renuncia tras viajar a Cuba y México
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Benedicto XVI habría tomado la decisión después de una gira emotiva pero agotadora por México y Cuba. Menos de un año después, con unas cuantas palabras en latín, anunció algo que no se había dado en más de medio milenio: la renuncia de un Papa.
El papa Benedicto XVI parte tras concluir su audiencia semanal en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, en esta fotografía de archivo del 16 de junio de 2010. (Foto AP/Gregorio Borgia, Archivo)
En esta fotografía provista por el periódico vaticano L'Osservatore Romano, monseñor Franco Comaldo (izquierda), un ayudante de Papa, mira a Benedicto XVI mientras lee un documento en latín en el que el pontífice anuncia que renunciará el 28 de febrero de 2013, al final de una reunión con cardenales en el Vaticano, el lunes 11 de febrero de 2013. (Foto AP/L'Osservatore Romano, ho)
AP Foto/Archivo
En esta foto de 1979, el papa Juan Pablo II posa junto al cardenal Joseph Ratzinger, quien a la postre fue nombrado el Papa Benedicto XVI. El martes 11 de febrero, Benedicto anunció que dejará el cargo el día 28, por debilidad física (AP Foto/Archivo)
En esta fotografía provista por el periódico vaticano L'Osservatore Romano, el papa Benedicto XVI habla al final de una reunión con cardenales en el Vaticano, el lunes 11 de febrero de 2013. Benedicto XVI anunció el lunes que renunciará el 28 de febrero de 2013. (Foto AP/L'Osservatore Romano, ho)
Foto AP/Gregorio Borgia
El papa Benedicto XVI bendice a los fieles desde la ventana de su despacho frente a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el domingo 10 de febrero de 2013. (Foto AP/Gregorio Borgia)
Fotografía de archivo del 19 de abril de 2005 en la que el papa Benedicto XVI saluda a la multitud desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, momentos después de ser elegido. (Foto AP/Domenico Stinellis/Archivo)
Fotografía de archivo del 26 de noviembre de 2011 en la que el papa Benedicto XVI se despide después de asistir a un concierto dirigido por el chileno Maximiano Valdés, en el salón Paulo VI en el Vaticano. (Foto AP/Isabella Bonotto, Archivo)
Foto AP/Andrew Medichini
Fotografía de archivo del 22 de noviembre de 2010 en la que aparece el papa Benedicto XVI partiendo al final de una audiencia con cardenales recién designados y sus familiares, en el salón Paulo VI del Vaticano. (Foto AP/Andrew Medichini)
Foto AP/Eduardo Verdugo, Archivo
Fotografía de archivo del 25 de marzo de 2012 del papa Benedicto XVI saludando desde el papamóvil y vistiendo un sombrero mexicano, mientras llega al sitio donde ofrecerá una misa al aire libre, en el Parque Bicentenario, cerca de Silao, México. El papa Benedicto XVI anunció el lunes 11 de febrero de 2013 que renunciará el 28 de febrero de 2013 porque ha visto disminuir su "vigor, tanto del cuerpo como del espíritu". (Foto AP/Eduardo Verdugo, Archivo)
Foto AP/Darío López-Mills, Archivo
Fotografía de archivo del 25 de marzo de 2012 de una monja y varios peregrinos vitoreando y cantando mientras aguardan en el sitio donde el papa Benedicto XVI ofrecerá una misa al aire libre, en el Parque Bicentenario, cerca de Silao, México. El papa Benedicto XVI anunció el lunes 11 de febrero de 2013 que renunciará el 28 de febrero de 2013 porque ha visto disminuir su "vigor, tanto del cuerpo como del espíritu". (Foto AP/Darío López-Mills, Archivo)
Fotografía de archivo del 10 de julio de 2009 en donde el presidente Barack Obama y la primera dama Michelle Obama se reúnen con el papa Benedicto XVI, en el Vaticano. El papa Benedicto XVI anunció el lunes 11 de febrero de 2013 que renunciará el 28 de febrero de 2013 porque ha visto disminuir su "vigor, tanto del cuerpo como del espíritu". (Foto AP/Haraz N. Ghanbari, Archivo)
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Benedicto XVI habría tomado la decisión después de una gira emotiva pero agotadora por México y Cuba. Menos de un año después, con unas cuantas palabras en latín, anunció algo que no se había dado en más de medio milenio: la renuncia de un Papa.
Y su declaración abrió en la Iglesia católica, durante una época ya turbulenta, un proceso complejo y agitado para reemplazar al máximo líder religioso de 1.000 millones de personas antes de la Pascua.
Ni siquiera los colaboradores más cercanos del pontífice estaban enterados de la decisión antes de que ésta se anunciara durante una reunión de cardenales o consistorio que se realizaba el lunes por la mañana, con una agenda de rutina.
Y sin un claro favorito para suceder a Benedicto, otra sorpresa podría sacudir al catolicismo el mes próximo, cuando se realice el cónclave que habrá de elegir al nuevo pontífice.
"Sin duda éste es un momento histórico", dijo el cardenal Christoph Schoenborn, alumno de Benedicto en teología y considerado aspirante al pontificado. "Justo ahora, 1.200 millones de católicos en el mundo contienen la respiración".
Luego de declarar que carece de la fuerza para cumplir con su misión pastoral, Benedicto XVI, de 85 años, anunció que renunciará el 28 de febrero, una decisión que no se observaba desde hace 600 años y que resultó asombrosa pese a que el Papa ya había dicho anteriormente que dejaría su función si llegara a sentirse abrumado por la edad o por enfermedad.
Benedicto consideró que su decisión tenía una "gran importancia para la vida de la Iglesia".
La decisión sentó las bases para un cónclave —un encuentro secreto donde los cardenales votan para elegir a un nuevo Papa— antes de la Pascua, dado que no tendrían que observarse los nueve días de duelo que son una obligación cuando un pontífice fallece.
Además, la medida permitiría a Benedicto tener influencia sobre quién será su sucesor, aunque él no votaría en el cónclave. Benedicto ha elegido ya a buena parte del Colegio de Cardenales, los príncipes de la Iglesia que elegirán al próximo Papa, lo que protegería su legado conservador.
El cardenal Andre Vingt-Trois, arzobispo de París, consideró la decisión un "acto liberador para el futuro", al destacar que de ahora en adelante, los Papas no se sentirán ya obligados a permanecer en el cargo hasta la muerte.
"Se podría decir en cierto modo que el papa Benedicto XVI rompió un tabú", dijo el cardenal a la prensa en París.
El asombro se extendió del consistorio al mundo.
"Todos los cardenales se asombraron y se miraban unos a otros", comentó monseñor Oscar Sánchez, de México, quien estaba en la sala donde se realizó la reunión el lunes por la mañana, cuando Benedicto XVI formuló su anuncio.
El Papa hizo hincapié en que el cumplimiento de los deberes del pontificado —ser líder de más de mil millones de católicos en todo el mundo— necesita del "vigor tanto del cuerpo como del espíritu".
"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino", dijo Benedicto XVI a los cardenales.
"Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando", agregó
"Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado", añadió.
El diario vaticano L'Osservatore Romano informó que Benedicto tomó la decisión de renunciar después de su viaje a México y Cuba en 2012. La gira pastoral incluyó actos en los que el pontífice fue recibido con júbilo, así como una reunión con el ex presidente cubano Fidel Castro.
La agenda resultó muy exigente para un papa octogenario, según el reporte.
Como uno de los principales asesores de su antecesor Juan Pablo II, Benedicto atestiguó el sufrimiento de aquel pontífice en sus últimos días. Resulta claro que Benedicto quería evitar la misma situación a medida que su edad avanzaba, aunque el Vaticano insistió en que el anuncio no fue provocado por un padecimiento grave específico.
El lunes, Benedicto XVI dijo que serviría a la Iglesia durante el resto de sus días "por medio de una vida dedicada a la oración". El Vaticano anunció inmediatamente después de su renuncia que Benedicto XVI viajaría a Castelgandolfo, la residencia veraniega papal al sur de Roma, para ir después a vivir en un monasterio enclaustrado.
No obstante, Benedicto tendría la libertad de salir del monasterio. Por ahora, lo inusitado del caso abre muchas interrogantes. El vocero vaticano Federico Lombardi reconoció que ni siquiera está seguro de si Benedicto conservará algún título eclesiástico, como el de Papa emérito.
Benedicto XVI debía asistir al Día Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en julio. Para entonces ya habrá sido nombrado su sucesor, quien posiblemente hará el viaje.
El último Papa que renunció fue Gregorio XII, quien lo hizo en 1415 como parte de un acuerdo para poner fin al Gran Cisma de Occidente entre varios papas que se disputaron la autoridad pontificia. La renuncia más famosa fue la del papa Celestino V en 1294 y Dante lo colocó en el infierno por ese motivo.
El Vaticano destacó que ninguna condición médica específica motivó la decisión de Benedicto XVI, aunque en los últimos años el pontífice había reducido sus viajes y limitado sus audiencias. Actualmente se traslada hasta el altar de la Basílica de San Pedro en una plataforma móvil para evitarle la larga caminata por el pasillo y ocasionalmente usa un bastón.
Cuando Benedicto XVI fue elegido Papa a los 78 años —entonces el Papa de más edad en ser elegido en casi 300 años— ya había previsto retirarse de su función previa, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el organismo guardián de la ortodoxia, sucesor de la Inquisición. Había dicho que quería pasar sus últimos años escribiendo en la "paz y tranquilidad" de su natal Baviera, en Alemania.
Hay varios cardenales considerados "papables", al igual que ocurrió cuando Josef Raztinger fue elegido en 2005 después de la muerte del popular Juan Pablo II.
Entre los cardenales que podrían sucederlo en el máximo cargo de la Iglesia católica están Angelo Scola, arzobispo de Milán; Christoph Schoenborn, arzobispo de Viena y Marc Ouellet, el director canadiense de la oficina del Vaticano para los obispos.
Otro candidato, al que se le asignan menos posibilidades, es el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan. Aunque Dolan es popular y respalda la línea conservadora del Papa, la tradición general en el Vaticano es que la Iglesia no necesita un Papa de una "superpotencia", como es el caso de Estados Unidos.
Dado que más de la mitad de los católicos en el mundo viven en el mundo en desarrollo, nuevamente se argumentará que el pontífice podría provenir de sus filas.
En el cónclave de 2005, circularon versiones de que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio era uno de los candidatos. El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, de Ghana, es uno de los cardenales africanos de mayor jerarquía en la Santa Sede.
Todos los cardenales menores de 80 años pueden votar en el cónclave, una reunión secreta que se celebra en la Capilla Sixtina.
Según la tradición, las papeletas se queman después de cada ronda de votación, por lo que el humo negro que sale de la chimenea significa que no se pudo elegir un Papa. Cuando emerge humo blanco, el Vaticano indica que ha sido elegido un nuevo Papa.
Los papas pueden renunciar, según dispone el derecho canónico, que solo especifica que se deberá "hacer libremente y manifestarse adecuadamente".
Sin embargo, sólo unos pocos papas lo han hecho. Una de las razones por las que no es algo común es que la existencia de dos papas —incluso cuando uno ha renunciado— puede generar divisiones e inestabilidad en la Iglesia.
El anuncio de Benedicto XVI podría sentar un precedente que presione a futuros papas a renunciar ante el menor indicio de enfermedad.
El propio Benedicto XVI planteó esa posibilidad en una entrevista para el libro "Luz del Mundo", cuando habló de dejar el cargo en 2010 si era demasiado viejo o estaba demasiado enfermo para continuar.
"Si el Papa se da cuenta claramente de que él ya no es física, psicológica y espiritualmente capaz de manejar los deberes de su cargo, entonces tiene el derecho y bajo ciertas circunstancias la obligación, de renunciar", dijo entonces Benedicto XVI.
El Papa, conocido previamente como el cardenal Joseph Ratzinger, tuvo un estrecho contacto con Juan Pablo II, con quien colaboró durante casi un cuarto de siglo.
Benedicto XVI nació el 16 de abril de 1927 en Marktl Am Inn, en Baviera, pero su padre, policía, se mudaba frecuentemente y la familia se fue de allí cuando aquel tenía dos años.
En sus memorias, Benedicto XVI salió al paso de lo que podía haber sido fuente de controversia de haberlo mantenido en secreto: el hecho de que lo alistaron contra su voluntad en el movimiento juvenil nazi cuando tenía 14 años en 1941, cuando esa afiliación era obligatoria. Agregó que lo dejaron salir pronto debido a sus estudios para el sacerdocio.
Dos años después fue reclutado a una unidad antiaérea nazi como ayudante. Desertó del ejército germano en abril de 1945, en los últimos días de la guerra.
Consideró profético que un alemán sucediera a un Papa polaco. Antes de Juan Pablo II, había habido una larga sucesión de pontífices italianos.
Benedicto XVI fue ordenado, junto con su hermano Georg, en 1951. Después de pasar varios años enseñando teología en Alemania, fue designado obispo de Munich en 1977 y elevado al cardenalato tres meses después por Pablo VI.
Juan Pablo II lo nombró al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1981 y asumió un año más tarde. Tras la muerte de Juan Pablo II en 2005, fue elegido Papa el 19 de abril en uno de los cónclaves más breves de la historia, apenas 24 horas.
Desde su elección, Benedicto ha adoptado una serie de decisiones conservadoras en la Iglesia, al tatar de revivir el catolicismo en Europa, donde el número de fieles se había reducido drásticamente. En varias ocasiones manifestó su deseo de que la Iglesia volviera a sus raíces tradicionales, que a su juicio habrían sido amenazadas por una mala interpretación de las reformas modernizadoras adoptadas en el Concilio Vaticano II.
Pero sus esfuerzos fueron eclipsados por un escándalo mundial de abusos sexuales imputados a clérigos, por problemas de comunicación que irritaron a judíos y musulmanes por igual, y más recientemente por un escándalo que siguió a la filtración de documentos por parte de su propio mayordomo.
Muchos de sus objetivos prioritarios como Papa no fueron alcanzados, como en el caso del restablecimiento de relaciones con China, la reparación del cisma con la Iglesia Ortodoxa o la reconciliación con un grupo de católicos tradicionalistas que se escindió.
Contribuyeron con este despacho los periodistas de The Associated Press, Daniela Petroff en Ciudad del Vaticano, Thomas Adamson en París y Philipp-Moritz Jenne en Viena
Nicole Winfield está en Twitter como: www.twitter.com/nwinfield
Gráfico interactivo: http://hosted.ap.org/interactives/2013/papa-benedicto-es/
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Miradas divididas en Latinoamérica por nuevo Papa
MEXICO (AP) — Latinoamérica tiene el mayor número de católicos en el mundo y eso haría pensar a varios que es momento de tener un Papa de la región.
ARCHIVO - En esta foto de archivo del 19 de febrero del 2012, el cardenal brasileño Joao Braz de Aviz es felicitado por un feligrés antes de una misa celebrada por el papa Benedicto XVI en la basílica de San Pedro en el Vaticano un día después de que hizo cardenales a 22 de ellos. Después de la renuncia del papa Benedicto XVI, anunció el lunes 11 de febrero del 2013, el cardenal Braz de Aviz estaría entre los probables sucesores. (AP Foto/Pier Paolo Cito, archivo)
ARCHIVO - En esta foto del 26 de noviembre del 2007, el cardenal brasileño Odilo Pedro Scherer de Sao Paolo es aplaudido durante una audiencia con el papa Benedicto XVI y los nuevos cardenales en el salón Paulo VI de El Vaticano. Después de la renuncia del papa Benedicto XVI, anunció el lunes 11 de febrero del 2013, el cardenal Scherer estaría entre los probables sucesores. (AP Foto/Alessandra Tarantino, archivo)
ARCHIVO - En esta foto de archivo del 18 de abril del 2005, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio asiste a misa en la basílica de San Pedro en el Vaticano, el lunes 18 de abril del 2005, justo antes de que los cardenales que elegirían a un nuevo papa hicieran su última aparición pública antes de enclaustrarse dentro de la Capilla Sixtina más tarde ese día. Después de la renuncia del papa Benedicto XVI, anunció el lunes 11 de febrero del 2013, el cardenal Bergoglio estaría entre los probables sucesores. (AP Foto/Pier Paolo Cito, archivo)
ARCHIVO - En esta foto de archivo del 24 de noviembre del 2007, el cardenal argentino Leonardo Sandri posa para una fotografía durante una reunión con familiares y amigos en el Vaticano. Después de la renuncia del papa Benedicto XVI, anunció el lunes 11 de febrero del 2013, el cardenal Sandri estaría entre los probables sucesores. (AP Photo/Alessandra Tarantino, archivo)
MEXICO (AP) — Latinoamérica tiene el mayor número de católicos en el mundo y eso haría pensar a varios que es momento de tener un Papa de la región.
Pero tras el anuncio de Benedicto XVI de que renunciará y más allá de los deseos, la posibilidad de que haya un Papa latinoamericano no es muy clara, en parte porque la mayoría de los cardenales que elegirán al nuevo Pontífice son europeos.
En las casas de apuesta, incluso, ninguno de los favoritos es latinoamericano.
Las opiniones entre analistas y expertos se dividen entre quienes ven que la región sí tiene posibilidades y quienes son más cautelosos.
También hay prudencia entre obispos ante las preguntas de si es el momento de que haya un Papa latinoamericano y se limitan a decir que será Dios el que escoja al sucesor de Benedicto XVI.
Algunos nombres de cardenales ya comienzan a ser mencionados entre expertos en religión como papables, entre ellos los brasileños Joao Braz de Aviz y Odilo Pedro Scherer, y el argentino Leonardo Sandri.
Algunos también agregan a otro argentino, Jorge Mario Bergoglio.
"En término de números la iglesia latinoamericana, americana en su conjunto, es mayoritariamente católica en el universo internacional, pero no está en el mejor momento; al contrario, está pasando por una severa crisis que además nunca antes la había experimentado", dijo a The Associated Press Bernardo Barranco, experto del Centro de Estudios Religiosos mexicano.
"Para poder ver las posibilidades que tiene un cardenal latinoamericano (de convertirse en Papa) hay que ver un poco la composición del colegio cardenalicio, menor de 80 años que es el que decide, y la mayor parte son europeos", señaló.
Del grupo selecto de 118 cardenales que elegirá al nuevo Pontífice, 62 son europeos y constituyen la mayoría, mientras que los latinoamericanos son apenas 19.
El Vaticano estima que en todo el mundo hay cerca de 1.200 millones de católicos, y de ellos poco más del 40% radica en Latinoamérica, lo cual la hace la región con el mayor número de personas que profesan esa religión, a pesar de que en las últimas décadas ha visto una disminución de los fieles en medio de una presencia creciente de grupos evangélicos.
Brasil y México son los dos países de la región con el mayor número de católicos, aunque también han visto reducir el número de fieles.
En Brasil, el porcentaje de católicos cayó de 84% en 1995 a un 68% en 2010, según las últimas estimaciones.
En México, mientras, el porcentaje se mantuvo hasta la década de 1980 por encima del 90% de la población que se declaraba católica, aunque para 2010 bajó a un 84%.
Para otros, sin embargo, el que América Latina se mantenga como la principal región católica en el mundo, pese a la baja en los números podría jugar a favor de algún cardenal latinoamericano.
"Sería un factor central en el argumento para elegir un papa latinoamericano", dijo a la AP el jefe de estudios católicos de la Universidad de Virginia Commonwealth, R. Andrew Chesnut. "Porque el futuro de la Iglesia está en el hemisferio sur".
Consideró que un factor que también podría ser favorable para América Latina, es que en la región ha logrado tener una importante presencia un movimiento laico denominado Renovación Carismática Católica, que aparece como una respuesta al desafío evangélico.
"No voy a predecir, pero yo creo que habrá un contingente de cardenales europeos que sí apoyarían un candidato o africano o latinoamericano", añadió.
Al interior del consejo cardenalicio que elegirá al nuevo papa, además, es difícil predecir si los 19 cardenales latinoamericanos asumirán una posición en bloque.
Mientras Barranco no ve que haya una posición en bloque, Chesnut consideró que es posible, aunque no necesariamente ocurre así.
Odilio Pedro Scherer, de 63 años, es el actual arzobispo de Sao Paulo y considerado uno de los prelados brasileños con mayor formación académica en filosofía y teología, mientras que Joao Braz de Aviz, de 65 años, es el arzobispo emérito de Brasilia y actual prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano.
Otro de los cardenales mencionados es el argentino Leonardo Sandri, de 69 años, actual prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales del Vaticano.
Guillermo Villarreal, experto en temas religiosos en la agencia informativa argentina Diarios y Noticias, dijo a la AP que entre las ventajas que le ve a Sandri están que es relativamente joven y, aunque conservador, lo ve más moderado que Benedicto XVI.
El ex embajador argentino ante el Vaticano, Esteban Caselli, dijo a Radio 10 que ve a Latinoamérica con posibilidades de que uno de sus cardenales sea electo Papa.
"Si es así, tenemos grandes posibilidades de que sea elegido el cardenal Leonardo Sandri", dijo el diplomático.
Joaquín Navarro-Valls, ex portavoz del Vaticano, dijo el lunes que puede haber llegado el momento de elegir un Papa "hispanoparlante", aunque admitió que todas las opciones en cuanto al sucesor de Benedicto XVI están abiertas.
"Dejaría las cosas en el cauce habitual de la experiencia de los propios cardenales, aunque ponderando si tal vez sería el momento de un cardenal hispanoparlante o de un africano, pero igual se vuelve a un sistema de papa italiano o un papa europeo", dijo Navarro-Valls a la pública Televisión Española tras conocer la renuncia del actual pontífice. "Todas las posibilidades están abiertas", agregó el portavoz de Juan Pablo II por más de 20 años.
En la calle, algunos tienen sus dudas sobre un Papa latinoamericano.
"No tengo ninguna predilección por nadie en especial, pues yo creo que de todas todas va a ser un Papa europeo porque tienen muy centrada la vista en ellos," dijo Maricarmen del Valle, una fiel mexicana que el lunes salía de misa en una iglesia de la ciudad de México.
¿Le gustaría a la iglesia católica latinoamericana un Papa de la región? La respuesta podría ser obvia, pero los prelados son cautelosos.
"El Señor saber a quién va a elegir y al que elija lo vamos a recibir con toda buena fe, con mucha alegría y entusiasmo. Si fuera un papa latino por supuesto que nosotros nos sentiríamos muy contentos naturalmente, que dicha que fuera un Papa latino, pero si no fuera latino por supuesto que lo vamos a recibir con todo el corazón", dijo el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas.
El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, monseñor, dijo ante la posibilidad de que pueda haber un Papa latinoamericano que debía "actuar institucionalmente y sería una simple especulación"
"¿Quién será el próximo Sumo Pontífice? Lo sabe Dios", comentó en rueda de prensa. "Lo que espero es que Dios nos conceda el Papa estamos necesitando para la Iglesia tanto en América Latina, como en el mundo entero", añadió.
En las principales casas de apuesta en Gran Bretaña aparecían el lunes como favoritos a reemplazar a Benedicto XVI los cardenales ghanés Peter Turkson, el canadiense Marc Ouellet y el nigeriano Francis Arinze.
Contribuyeron con esta nota los periodistas de The Associated Press Almudena Calatrava, en Argentina; Marcos Alemán, en El Salvador; Jorge Sáinz, en España, y Adriana Gómez Licón en México
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