Por: Andrea Coa | EL MAESTRO DE LOS PUEBLOS EN EL SIGLO 21
Hugo Chávez es uno de los más grandes maestros espirituales de la humanidad, su obra no necesita ser descrita, está a la vista de todo el mundo y es sólo comparable a la de hombres como Mao Zedong, Gandhi, Bolívar y Jesús de Nazareth, entre otras grandes almas que vertieron amor sobre la humanidad, con hechos concretos.
Como ellos, Chávez lo dio todo y no exigió nada; sirvió con todas sus fuerzas, fue leal, sincero, entregado, valiente, y con una inteligencia fuera de lo común, como todos los grandes Maestros. Chávez despertó al pueblo venezolano, y por irradiación de su amor, a todos los pueblos del mundo, abriendo ante la humanidad una posibilidad de supervivencia cuando más se necesitaba, cuando el neoliberalismo, fase terminal del imperialismo, se asentaba en el planeta como única opción, y los pueblos se encontraban a la defensiva estratégica.
LA CULPA NO ES DE DIOS
Es cierto que nada se mueve en el Universo sin que la Inteligencia Suprema lo sepa. Pero no fue “Dios” quien se llevó a Chávez.
Nuestro Presidente es un espíritu inmortal e invencible, su inteligencia no tiene límites y jamás podrá ser exterminado, ni siquiera tocado, pero necesitaba un cuerpo físico para cumplir su misión amorosa. No pudieron derrocarlo definitivamente ni desmoralizarlo, porque es impecable. Pero atacaron su cuerpo físico hasta hacerlo inutilizable y tuvo que abandonarlo muy a su pesar.
No fue Dios, fue el imperialismo por medio de elementos radiactivos, contra los cuales aparentemente no se ha conseguido aún el antídoto. Dios nos lo envió, el imperialismo nos lo arrebató.
LOS PSIQUICOS Y EL CANCER DE CHAVEZ
Intentando utilizar el método de curación a distancia con el Presidente, nos asomamos a la realidad de su enfermedad, y encontramos que el mal estaba insertado en su doble etérico, por lo cual, por más que se operara una y otra vez, no sólo se iban a reproducir los “tumores” sino que podrían originar un fenómeno fácilmente confundible con la metástasis, por lo cual este ataque radiactivo podría perfectamente hacerse pasar por un cáncer. De acuerdo a la violenta actividad de la zona irradiada, el proceso del deterioro del cuerpo de Chávez habría de ser rápido e irreversible. Fue en esos tiempos cuando escribimos acerca del cáncer “atípico” del Presidente.
Por vía psíquica buscamos más información, y conseguimos que el elemento irradiante que produjo la lesión al Presidente se utilizó en una reunión de mandatarios y mandatarias suramericanas, pero la fuerza del contaminante era tal, que todos los que estaban cerca quedaron contaminados y resultaron enfermos, aunque el ataque fue dirigido directamente a nuestro Presidente, y con él lograron lo que buscaban. Posteriormente, un miembro del personal diplomático que supo del hecho, habría sido asesinado para silenciarlo.
Si estos hechos percibidos de manera extrasensorial se investigasen, podrían ser encontradas trazas del elemento radiactivo utilizado en la mesa de conferencias, cerca del lugar en donde estuvo sentado Chávez el día que fue atacado. Si estas trazas se encontraran, habría un elemento concreto para solicitar una investigación internacional contra el gobierno de EE UU por el asesinato de Hugo Chávez Frías.
El curioso hecho de que varios presidentes suramericanos fuesen diagnosticados con cáncer en un tiempo breve, casi al mismo tiempo, es un elemento de convicción para quienes percibimos estos hechos, que más parecen una historia de ciencia ficción.
EL CÁNCER ES CURABLE
Pero la extraña enfermedad que acabó con nuestro Chávez, no lo fue... porque no se trataba de un cáncer “normal” sino del producto de un ataque biológico, como parte de las intrigas que se llevan a cabo para terminar con la revolución bolivariana.
Chávez en diciembre se estaba despidiendo, y su futuro apareció en blanco en las investigaciones que hicimos después; dijimos que era “impredecible”, confiando en que el equipo de científicos que atendía al Presidente tal vez encontraría una cura, un antídoto.
El cáncer es curable, pero lo que Chávez tenía era otra cosa.
En su despedida de diciembre, consciente de que tenía los días contados, nuestro Comandante trazó líneas a seguir y mostró el plan b, destinado a impedir que la estupefacción por una muerte repentina ocasionase manifestaciones descontroladas de desesperación en el pueblo, que propiciaran una intervención militar extranjera. Sin embargo, no era hombre que se echara a morir, lucharía hasta el último segundo.
LAS SIGUIENTES VÍCTIMAS
Podrían ser Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, porque ellos creen que pueden manejar a otros miembros del gabinete actual y del alto gobierno, independientemente de que eso sea o no verdad. El siguiente paso puede ser una serie de crímenes selectivos contra dirigentes y destacados activistas, de diferentes maneras: Atentados, como ocurrió con el jefe yukpa Sabino Romero y numerosos líderes campesinos y obreros, por envenenamiento, “enfermándolos” con agentes biológicos, por irradiación como hicieron con Chávez, o por accidentes simulados o atracos. Con esto quieren sacar del medio a los dirigentes más claros ideológicamente, para sustituirlos con otros más “manejables”, que ya habrán sido contactados y sobornados. Como no han conseguido un Pinochet buscan un golpe gradual e institucional, e ir metiendo por goteo algunas medidas neoliberales, antes de dar el zarpazo definitivo.
No debemos creer que tendremos un proceso electoral igual a los anteriores. Es posible que se realice, que Nicolás Maduro lo gane y no lo reconozcan, produciéndose después provocaciones contra el pueblo, para desencadenar la intervención militar imperialista. El año 2014, de cumplirse los planes imperiales, nos encontraría en guerra.
LO QUE NOS TOCA
No crean lo que en estas líneas se dice; estamos conscientes de que parece ficción, pero sin embargo, hay que cumplir con el deber de informar lo que hemos percibido, para el caso de que en vez de la imaginación creadora, fuera la realidad cruda. Porque las cosas deben saberse para prevenirse.
Es indispensable que se continúen las investigaciones científicas acerca del cáncer inducido al Comandante, porque el éxito de esa técnica garantiza que la volverán a utilizar y hay que derrotarla.
Y al pueblo venezolano le toca luchar día a día para conservar lo que logramos con Chávez, para prevenir un retroceso histórico y profundizar el proceso revolucionario en bien del pueblo. Así sea. andrea.coa@gmail.com