TIEMPO DE
AMOR
Te esmeras sin
comprender lo que pretendo,
y simplemente pretendo una gota de
color...
¿El deber más esencial que un reencuentro?
¡Qué gris es la vida
en la lejanía de tu amor!
Y gris el hastió que
va tiñendo la azul ilusión...
De arco iris, para ti, atestadas traigo las
manos,
de fantasías, de ternuras, de goces enajenados,
y un millar de los
más dulces poemas de amor.
Infinitas sonrisas
tengo, ansiando tu calor:
las cándidas sonrisas de la broma oportuna,
y la
enorme sonrisa, más sonrisa que ninguna,
esa que da gozo al alma y forma al
corazón.
Del romántico
manantial, caricias acarreo,
de todos los sabores y de todas las
texturas;
tengo caricias, prestas a incendiar la calma,
y caricias que son
bálsamos para la locura.
Y ciertamente atesoro
muchas lágrimas...
mas son lágrimas de la excesiva emoción,
espontáneas
hijas de la exuberante alegría,
lágrimas del placer a instantes del
clamor.
En un santiamén se
puede el mundo inundar,
de matices y encanto, de fantasías y ensueño...
Y
no te hacen falta alas para elevarte al cielo
cuando el fervor te convoca y
te dejas llevar.
Llegó el tiempo de
darle emoción al tiempo,
el tiempo de ponerse al alcance de los besos,
de
repartir luces, de reconquistar el universo...
¡El tiempo de brindar...
tiempo eterno al amor!
(Fabián
Ruiz)