Tú, que
eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente y lleno
de dones y talentos. Cuéntalos y entusiásmate con ellos. Reconócete.
Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y piensa que, desde este momento, puedes cambiar
tu vida para bien, si te lo propones y te llenas de entusiasmo. Y sobre todo, si
te das cuenta de la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo.
Nadie es igual a ti. Sólo en ti
está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante
hasta el fin. Simplemente porque eres libre.
Elige amar en lugar de odiar, elige reír en lugar de
llorar, elige actuar en lugar de aplazar, elige crecer en lugar de consumirte,
elige bendecir en lugar de blasfemar, elige vivir en lugar de morir.
Y aprende a sentir mi
presencia en cada acto de tu vida. Crece cada día un poco más en el optimismo de
la esperanza. Deja atrás los miedos y los sentimientos de derrota. Yo estoy a tu
lado siempre. Llámame, búscame, acuérdate de mi. Vivo en ti desde siempre y
siempre te estoy esperando para amarte. Si has de venir hacia mi algún día...que
sea hoy, en este momento. No
te olvides que eres mi milagro. Que te quiero feliz, con misericordia, con
piedad, para que este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre
que tú aprendas a reír. Y si eres mi milagro, camina contagiando esperanza y
optimismo sin temor, porque yo estoy a tu lado.
Con todo cariño, DIOS.
Fondo Zenobia Art
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