EL VALOR DE LA VIDA
Si nadie te ha prometido que la vida iba a ser fácil.
Y si alguien con autoridad en tu vida te lo aseguró, se equivocó.
Este es un camino original, duro, complejo, incierto en el que cada uno tiene que imprimirse su estilo propio, encontrar su destino, hacer frente a los obstáculos, aprender de los fracasos, animarse cuando se está abatido, y ser fiel a su propio ser y metas.
Hay que tener mucha seguridad y serenidad en todo proceso, porque las tormentas aparecen cuando menos se piensa, y un buen capitán de barco o un piloto de avión necesita “sangre fría” en el peor momento de la tempestad.
Las crisis son parte de la vida y cada una de ellas es un eslabón para adquirir más madurez si sabemos afrontarlas.
El gran error consiste en desesperarse y creer que no hay soluciones a los conflictos.
La vida es así, un camino para emprendedores para personas valientes, que sean capaces de empezar de nuevo cuando hay que hacerlo, y quejarse lo menos posible.
No estés justificando los errores ni defendiéndote buscando excusas cuando fallas, ya que esa energía debes usarla toda ella para buscar la manera de no cometer los mismos fallos.
Y si vuelves a tropezar, no caer en la trampa de sentir lástima de ti mismo.
Sino de levantarte, con rabia con coraje, sacudirte el polvo y continuar, porque la vida es como una batalla en la que es peligroso andar lamentándote de las heridas en medio de tus tragedias.
Es de sabios reconocer tus errores y enmendarlos, no echarle culpa a todo mundo de lo malo y seguir adelante.
El sendero de la vida es camino para “hacerlo andar”, escuchando
consejos, atendiendo sugerencias, pero sin dejarse manipular y que nadie tome las riendas de tu existencia.
Es camino con empinadas cuestas, donde con la mirada puesta en la cumbre, los pasos se dan “de uno en uno”, respirando hondo y sin cometer la torpeza de querer llegar “cuanto antes” fundiéndose en la mitad del sendero.
Es cuestión de subir paso a paso afianzando con seguridad el pie donde no te resbales y sabiendo que las cosas grandes se consiguen con mucho esfuerzo.
La vida es un camino que otros han hecho antes, y vale la pena estudiar como ellos lo hicieron,
seguir el ejemplo de héroes y santos, pero sabiendo que el sello personal de una obra, la más grande, la de vivir, lo pone uno y por eso nadie puede recorrer el sendero por ti, ni llevarte de la mano;
es tu camino, es tu vida, es tu oportunidad de ser tú mismo y de dejar tu propia huella en la historia.
Lo que si es cierto es que debes dejar el mundo mejor que como lo encontraste al venir a él.
A/D