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- Programa la alarma a la hora exacta, si activas la función repetición tu cerebro sabe que volverá a sonar en unos minutos por lo que tu sueño no será profundo y te levantarás más cansada que si lo hubieras hecho cuando sonó por primera vez.
- Anota las cosas buenas del día siguiente. Antes de irte a dormir pega una nota en tu despertador que te recuerde algo emocionante o divertido que acontecerá durante el día, esto te animará inmediatamente.
- Coloca flores, ver un ramo cuando recién sale la luz o el sol te levantará el ánimo, además de darte más energía.
- Rodeate de colores vivos y brillantes, ver estos tonos cuando recién despiertas hace que empiece a circular adrenalina y ese inmediato aumento de energía elimina el letargo y te pone a funcionar. Puedes colocar una almohada, sábanas o un cuadro con tonos rojo, naranja, fucsia o amarillo en el lugar que primero veas al abrir los ojos, o ponte una bata o pantuflas con algún tono brillante.
- Deja que la luz penetre en tu habitación, eso te hará sentir más despierta. La luz del día permite que se detenga la secreción de melatonina, hormona que dá sueño, los rayos solares también elevan el índice de serotonina, sustancia química que te anima.
- Una manera de compensar el líquido que tu cuerpo pierde durante toda la noche, es beber un vaso grande de agua, que además te proporciona energía inmediatamente. Recuerda que sin el líquido suficiente nuestro organismo debe trabajar más fuerte.
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