"Dos penales"
Yo te vi llorar casi en silencio
en aquella final de los recuerdos,
no es muy fácil errarse dos penales
con la gente gritando tu degüello.
Justo vos Arsenio que tenías,
creo que un guante en ese pie derecho
que no habías mostrado hasta ese día
una falla en todos tus aciertos.
Vos hermano que estabas diplomado
que en eso del penal eras maestro,
los viniste a tirar a la tribuna
que reloca pedía por tu entierro.
Que gritaba mostrando los colmillos
proclamando venganza y escarmiento,
justo a vos hermano que le diste
a este club hasta el último resuello.
El partido siguió con los insultos,
y siguió también el cero a cero,
la emoción estaba en los penales
que causaron enojo y descontento.
Vos Arsenio quedaste casi helado
los reproches golpeaban en tu pecho,
deambulabas perdido por la cancha
pensando que aquello no era cierto.
Parecías un pequeño barrilete
sacudido por la fuerza de los vientos,
la pelota te pasaba y vos hermano
no podías pararla por los nervios.
La hinchada que otrora te aclamara
te lanzaba relámpagos y truenos,
el pobre alambrado sujetaba
a esas fieras pidiendo por tu cuello.
El estadio hervía en una caldera
aquella final era un infierno,
dos penales habían encendido
maldiciones saliendo del aliento.
La hora se acercaba lentamente
casi cinco le quedaban al encuentro,
le alcanzaba el empate a la visita
para hacerse de aquel título los dueños.
Y nosotros que habíamos tenido
por dos veces la suerte al lado nuestro,
se había ido volando en dos penales
que colgamos allá en el firmamento.
La ilusión sangraba por la herida
se extinguía al compás del minutero,
era igual el empate a la derrota
que de luto vestía tantos sueños.
La pelota cayó en el mediocampo
y quedó boyando a medio metro,
de tu alma Arsenio que parada
buscaba una respuesta sin remedio.
Y con bronca, con furia desatada,
le pegaste a esa pelota con un fierro,
que cruzó todo el campo y fue a clavarse
en el ángulo arriba del arquero.
Fue alegría, fue rabia y fue emoción,
un golazo a todo ese desprecio,
una mezcla de sueño y de revancha
que tenías hermano allá en el pecho.
Ese gol, fue el gol del campeonato,
y fue tuyo Arsenio el sentimiento,
aún habiendo errado dos penales
nos llenaste la tarde de festejos.
José Cantero Verni