Para enaltecer su nombre: CUBANAY es que hoy, en el corazón de la Patria palpita, cada vez más vigorosa, la impronta de las féminas Por: IGOR GUILARTE FONG nacionales@bohemia.co.cu 22 de agosto de 2014 De una
mujer hablamos, y cuando se evoca su nombre, no hacen falta estrépitos ni alardeos, pues su pujanza creadora es su mejor lenguaje, y su obrar cotidiano la dota del mayor renombre.
Para referirse a esa mujer hay que ir vestido de traje, de palabra generosa. Siempre rendirle homenaje.
Ella es sinónimo de rosa, de sendero seguro; es símbolo de
virtud creciente, de pasiones solidarias, y sacrificios y añoranzas. Es la historia viviente que se proyecta al futuro.
¿Cómo silenciar su voz, cómo esquivar su ejemplo, si se halla en todas partes? Las hay dirigentes, campesinas, intelectuales, científicas, doctoras, educadoras, diputadas, obreras, constructoras, periodistas, combatientes.
Pero no se ha de olvidar al
ama de casa, la
jubilada, la
barredora, la
técnica anti-vectorial, la dependiente, la textilera, la estudiante, la pionera. MUJER se llama ella, y se apellida, CUBANA.
No en balde, en este 54 agosto de su organización, vale enaltecerla y cubrirla de gloria. Heroína de la cotidianidad, protagonista de la historia, firme ante los complejos tiempos y vencedora de cualquier impedimento; ha sabido impregnar su rostro al presente.
Y es que hoy, en el corazón de la Patria palpita, cada vez más vigorosa, la impronta de la
fémina cubana. Por ello, ninguna queda exenta de esta evocación, a todas vaya el sentido reconocimiento, porque todas son modelos de mujeres y federadas; defensoras fervientes de la nación, la felicidad, del amor a los hijos, y el legado de las Vilmas y Marianas.