Cerca de 300 mujeres de todo el mundo hacen parte de un movimiento que decidió protestar de pechos desnudos contra la religión, el patriarcalismo, la desigualdad, la prostitución y la violencia contra la mujer.
Protesta de Femen en catedral de Notre-Dame. REUTERS. REUTERS
Aunque para la mayoría de las personas pueda parecer irónico querer reivindicar a la mujer por medio de la desnudez, esta es la forma de protesta de cientos de mujeres que oficialmente le han declarado la guerra al Vaticano, a la religión y a varios líderes mundiales.
Se trata de un movimiento de la organización feminista, de origen ucraniano, FEMEN. Mujeres que a pesar de recibir golpes, insultos, múltiples arrestos, millonarias multas e incluso continuas amenazas contra su vida, intervienen en eventos públicos, recintos religiosos, plazas y embajadas, para luchar y exigir respeto por los derechos de la mujer.
“La gente siente indignación y repudio por ver mujeres protestando desnudas, pero ¿qué siente cuando ve que las mujeres se desnudan en revistas y shows de televisión para satisfacer a los hombres?”, defiende su forma de protesta Inna Schevchenko, unas de las líderes de FEMEN, en una entrevista para el programa WorldsApaRT del canal internacional RT.
Inna acaparó la atención de los medios internacionales en agosto de 2012, cuando cortó con una motosierra una cruz ortodoxa en Kiev, Ucrania; erguida en memoria de las víctimas de la represión política en ese país. El acto, considerado como sacrilegio por la iglesia ortodoxa y condenado por el gobierno ucraniano, fue una muestra de apoyo a Pussy Riot, una banda rusa de punk conformada por 3 mujeres, quienes fueron arrestadas, perseguidas y acusadas de vandalismo, por realizar un acto de protesta contra la iglesia y el gobierno de Vladimir Putin.
En febrero de 2013, días después de la renuncia de Benedicto XVI, y en medio de los rumores sobre el nombramiento del nuevo Papa, nueve mujeres de FEMEN irrumpieron en la catedral de Notre Dame en París con eslóganes en sus pechos desnudos que decían: ‘Pope No More’ y ‘Pope Game Over’ que en español sería algo como: “Papa, ¡nunca más!” y “Papa, has perdido”.
La hazaña tuvo como consecuencia una multa de 2.040 euros para cada activista.
Pero, ¿con qué derecho y a cuenta de qué estas mujeres irrumpen en una iglesia o en un evento religioso, desnudas y asegurando “absurdamente” que Dios es mujer? Si para el “entendimiento” de todos “Dios es hombre”, o por lo menos eso es lo que se inculca en la iglesia. Primero fue el hombre y luego la mujer, quien manda es el hombre, la que obedece es la mujer. Entonces, la respuesta sobre si tienen derecho a irrumpir “sería”: NO, no tienen derecho. Las mujeres deben limitarse a lo que dice la biblia y a como históricamente ha funcionado el mundo: Dios es hombre, y la mujer, sí, es un ser vivo, también ser humano, pero jamás igual al dios-hombre, ella está por debajo él.
Para Inna Schevchenko, de 24 años, graduada de periodismo de la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev, líder y fundadora de FEMEN; su posición es clara y contundente, llamar la atención de la sociedad sobre lo que es evidente pero aún es tabú. La mujer sigue siendo menospreciada, maltratada, violentada y explotada en todos los rincones del planeta.
¿Por qué luchar por los derechos de la mujer mostrando los senos?
Según la ONU, a 2013 en el mundo, 140 millones de mujeres han sufrido mutilación genital, 35% por ciento han sido víctimas de violencia física o sexual, 20 millones de niñas y mujeres fueron explotadas sexualmente (contra su voluntad) y 64 millones de niñas fueron obligadas a contraer matrimonio. Así mismo, se estima que en Europa el 50% de las mujeres recibe insinuaciones sexuales no deseadas y en Estados Unidos 80% de las niñas entre 12 y 16 años ha experimentado acoso sexual en las escuelas públicas.
“Este mundo, esta sociedad, este sistema patriarcal nos ha dejado solo con una función sexual. Nosotras hemos decidido transformar la sexualidad en una herramienta política. Nosotras no trabajamos con fines patriarcales, mi cuerpo trabaja para mi propia liberación”, argumenta Schevchenko, en una entrevista del programa WorldsApaRT del canal internacional RT.
Las estrategias que utiliza FEMEN de llamar atención de las personas y los medios cambian todo el tiempo, siempre están buscando prepararse física y mentalmente para los peligros que enfrentan en una sociedad que sataniza convenientemente la desnudez de la mujer. Uno de sus objetivos es encontrar nuevos caminos y formas para llevar el movimiento a otras instancias, siempre que sean pacíficas y den respuesta a las duras críticas contra su protesta sin camisa.
“Nosotras somos soldados y vamos a luchar a las calles con los pechos al descubierto. Y por supuesto que hay otras mujeres que han trabajado por los derechos de la mujer, que escriben libros y que nosotras como activistas los leemos. Pero el feminismo tiene un lado académico y ¿qué pasa con el lado práctico? ¿Por qué no hay mujeres en la calles cuando asesinan, golpean y violan otras mujeres? ¡Nosotras estamos en las calles, nosotras vamos a las calles! No nos encerramos en nuestros cuartos para escribir y discutir sobre cómo es la vida de cruel”, comenta Inna, en una entrevista con Douglas Herbert, de France 24, en el marco del aniversario nº 5 de FEMEN.
El movimiento feminista creado en 2008, que cuenta actualmente con cerca de 300 activistas en más de 15 países, se ha visto amenazado no solamente físicamente por agresiones de extremistas religiosos, cristianos, católicos e islámicos, sino que también ha recibido múltiples ataques de hackers a sus portables en Internet. Incluso Facebook en junio de 2013, bloqueó su página oficial con cerca 200.000 seguidores, pues dentro de las políticas de la red social la desnudez de los pechos de la mujer es considerada pornografía.
Este año las activistas han protagonizado varios ataques a líderes de la iglesia católica, apropósito de su influencia en temas como el aborto y el matrimonio igualitario. Sin embargo hasta el momento el Papa Francisco se ha visto bien librado de la peculiar forma de protesta del grupo feminista.
Los recursos económicos de FEMEN provienen de donaciones de personas de todo el mundo y de la venta de artículos con símbolos y eslóganes propios del movimiento. Sus protestas son pacíficas y buscan llamar la atención sobre los diferentes problemas que enfrenta la mujer, además de promover los ideales feministas.
“Podemos aparecer en cualquier momento y en cualquier lugar que esté dominado por los hombres, en cualquier evento que promueva la violencia y la desigualdad”, alertan las activistas en una de sus más recientes publicaciones en su página oficial en Facebook, que hoy cuenta con 4.864 seguidores.
Por: @AndresGutierez