Conocer el sitio donde murió su padre y a las personas que estuvieron con él en esos momentos, para agradecerles por acompañarlo, es el sueño de Reiner Pérez, un arquitecto cubano de 27 años que está buscando salir de Cuba con su nuevo pasaporte hacia Ecuador.
Hace siete meses, luego de que su padre muriera, casi logra salir con las facilidades de la nueva ley migratoria. No guarda ningún rencor y tampoco quiere “escaparse” de la isla, como se presume harán algunos cubanos.
Su viaje a Ecuador no sólo será para comprobar las condiciones en qué murió su padre. También le han prometido presentarle una mujer. Ya piensa en casarse, pero por ahora solo quiere irse de la isla por treinta días.
“No me voy del todo, porque acá están mis amigos de infancia, mi familia y bien o mal tengo un trabajo como arquitecto con la empresa internacional Bouygues International, que trabaja para Gaviota, la empresa militar cubana”, dice.
El tema complicado para los cubanos, ahora que pueden tener un pasaporte mucho más fácil, es conseguir una visa.
Su viaje sería un hecho, si no fuera porque esta semana Ecuador incluyó nuevos requisitos, tras una migración masiva de cubanos hacia ese país. Ahora es necesario tener una carta de invitación y demostrar algún tipo de solvencia económica.
Estas delimitaciones no les permitirán viajar a varios cubanos. Sin embargo, hay más de treinta países que no exigen visa para entrar al país. Entre estos se cuentan Guinea, Uganda, Dominica, Granada, Haití, Cambodia, Mongolia, Singapur, Indonesia, Laos, Rusia, Serbia, Islas Cook y Estados Federados de Micronesia.
Por otra parte, los cubanos que tengan la ciudadanía española podrán aprovechar la Ley de la Memoria Histórica Española, que les garantiza la ciudadanía española a los hijos y nietos de quienes abandonaron el país durante la Guerra Civil.
Las visas: una nueva traba para que viajen los cubanos
Como era de esperarse, algunos países están comenzando a reglamentar el ingreso de los cubanos, tras las nuevas posibilidades que tienen de viajar.
Panamá acaba de crear un visado de 24 horas para cubanos en tránsito que viajen por ese destino hacia otro país o para los cubanos que estén viajando hacia Cuba. Esta categoría se llama “Visa de Turista en Tránsito”. La medida se implementó justo después de que se denunciara una oleada semanal de treinta cubanos indocumentados que llegaron al país por el océano Pacífico o por la selva del Darién, en límites con Colombia, y que, al parecer, buscan viajar a Estados Unidos.
Venezuela tampoco concede la entrada libre a los ciudadanos de Cuba y tiene algunas condiciones, como una visa de treinta dólares. También exige algunas muestras de títulos de propiedad inmobiliaria.
Según el cubano Reiner Pérez, muchos de sus compatriotas viajarán a uno de los estados con convenio, para luego tratar de ingresar a su verdadero país de destino.
De igual forma, Estados Unidos, podría reevaluar las leyes migratorias que bajo la Ley de Ajuste Cubano permite que después de un año de residencia se conviertan en residentes permanentes. Solo en el 2012, 7,401 cubanos entraron a Estados Unidos a través de la frontera con México. Estados Unidos, en los acuerdos migratorias de 1994, se había comprometido a admitir a no menos de 20,000 cubanos todos los años, sin incluir a los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, pero todavía no ha habido ninguna modificación al respecto.
¿Qué tan fácil es salir de la isla?
Reiner afirma que una gran cantidad de cubanos sí podrán salir de Cuba y lo harán para buscar una mejor vida. “Tendrán que trabajar como ilegales, sin embargo otra parte espera salir de vacaciones o a visitar la familia”.
El gobierno cubano le da a los ciudadanos un permiso de dos años para permanecer en el exterior, aunque la mayoría de países que tiene convenio con Cuba −como Rusia, algunos países de África y Asia− dan una extensión máxima de 180 días.
“En general hay un ambiente de mucha felicidad porque los cubanos antes no podían ni soñar con salir”, afirma Reiner.
El hermetismo que rigió por años se debió a la fuerte política de inmigración. La última modificación a la ley migratoria se había hecho en 1979. Por otra parte, para salir de la isla las personas debían pagar 55 CUC (1.300 pesos cubanos), llenar una planilla y entregar una carta de invitación de alguien en el país hacia el que se dirigían para obtener la famosa tarjeta blanca. En total todos los trámites podían costar casi 300 CUC, una suma muy alta considerando los salarios cubanos.
La reciente aprobación del pasaporte de la disidente Yoani Sánchez demuestra un cambio en la política de migración cubana.
A partir del 16 de enero no se tiene que llenar una planilla, tampoco se requiere una invitación, pero el pasaporte cuesta mucho más: 100 CUC (100 US), una alta suma considerando que el salario de los cubanos oscila entre los 22 dólares. Los cubanos ahora solo deben presentar su carnet de identidad. En el caso de los menores de edad deben tener un permiso notarial de sus padres.
Reiner no conoce a nadie a quien le hayan negado la visa, pero sí sabe que algunos funcionarios o profesionales requeridos en su trabajo no tendrán acceso al pasaporte.
Como se ha ido desarrollado este tema, la parte difícil para salir de Cuba será definitivamente el dinero y conseguir visas de países como Alemania, España o Francia, que niegan mucho más estos viajes. “La persona tiene que presentarse varias veces. Sin embargo, cuando alguien necesita irse para un sitio en especifico, insiste y puede llegar a pagar entre 350 o 900 dólares por una vuelta así”, cuenta Reiner.
Por esta razón la mayoría de cubanos que desean salir del país están analizando los países afiliados a la convención. Su idea es pasar de ese país, al sitio donde necesitan ir, pero las nuevas modificaciones que se han presentado cambian todas sus estrategias.
“No conozco a ninguna persona a la que le hayan negado el pasaporte, aunque se puede dar el caso con algunos ingenieros, arquitectos, licenciados o abogados, que se necesitan para cumplir funciones imprescindibles del estado”, dice Reiner.
Con la reciente aprobación del pasaporte de la disidente Yoani Sánchez, tras 20 intentos para obtener un permiso de salida, se dio un gran paso, incluso para los detractores del gobierno de los Castro. Sin embargo, y a pesar de que la puerta grande se abrió, los ciudadanos de la isla ya están comenzando a chocarse contra nuevas reformas que los limitarán en sus proyectos de viaje por el tema de las visas.