Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

AMISTADES SIN FRONTERAS
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
  
  
 BIENVENIDOS AL GRUPO AMISTADES SIN FRONTERAS 
 GIFS EN GENERAL 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: ::: El cuadro
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: ◘ Sire ◘  (Mensaje original) Enviado: 08/10/2014 17:44
https://jf5ptq.dm2302.livefilestore.com/y2pfEDTfFy_u2KHiE9CDD1gdubqCNfUgdxsZruORPUK15Z_86PzJOs11Bf76rPhs6SLbDc4IWK37x75yUS9VeqvuqPTZx-Ki-NDl1pUgcCybCA/TOP%20HALLOWEEN%20KAROL.gif?psid=1

 

Pegó un salto, su respiración era rápida y entrecortada. Miró alrededor y sintió un enorme alivio… sólo había sido una pesadilla. La misma que había tenido durante tres noches seguidas. Pero que, por alguna extraña razón, le resultaba vagamente familiar. Volvió a recostarse en la cama con la mirada perdida en el vacío, mientras, su mente empezaba a asimilar lo que había soñado.

De repente se dio cuenta, había tenido ese sueño antes, hace mucho tiempo, cuando era sólo una niña. Cerró los ojos para intentar recordar, pero su mente daba vagos rodeos que terminaban por hacer desaparecer los pocos resquicios que quedaban del horrible sueño. Sólo conseguía recordar una cosa, lo que le había hecho despertar, lo que la atemorizaba de aquel modo en sus noches de infancia, lo que la había arrancado aquel grito de terror: el cuadro.


Todos tenemos sueños recurrentes que se repiten a lo largo de nuestras noches, pero aquella pesadilla había desaparecido de su memoria con el paso de los años hasta ese momento.

¿Qué la había echo volver después de tanto tiempo? ¿Por qué soñaba con aquel cuadro? ¿Y qué era lo que le había en el que la causaba semejante terror? Estas preguntas se repetían una y otra vez en su cabeza pero no hallaba respuesta.


“Bueno, es sólo una pesadilla, nada más. “No le des más importancia, los sueños nunca tienen sentido” se dijo. Dio media vuelta e intentó pensar en otra cosa para olvidar el asunto (como hacía con todo lo que no le gustaba recordar). Por fin consiguió dormirse, esta vez no hubo pesadilla, tampoco hubo sueño alguno.


El día pasó rápido y agitado, apenas había tenido un respiro, pero por fin llegó a la soledad de su casa, se tumbo en el sofá y cerró los ojos para descansar un poco. En aquel momento el recuerdo de la pesadilla volvió a aparecer. La había olvidado por completo, pero ahora estaba otra vez asustada, no quería dormir, sabía que si lo hacía volvería a soñar lo que las noches pasadas, así que, pese a l cansancio, encendió el ordenador. Deambuló sin rumbo por la Red evitando pensar en ello. Pero en el fondo sentía una enorme curiosidad por descubrir el significado de la pesadilla. En un momento se vio a si misma buscando respuestas:


¿Por qué se sufren pesadillas?


-un estado emocional débil,

-un recuerdo - consciente o subconsciente - de un acontecimiento traumático.

-un factor externo (por ejemplo, el ruido que hace la calefacción o aire acondicionado al apagarse todas las noches) del que las personas no son conscientes pero que detecta su cerebro, produciendo un cambio brusco en su sueño.

-una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo.


¿Cuándo se suelen tener pesadillas?


Normalmente, durante la noche, entramos en dos estados distintos de sueño. El primer estado es conocido como "SWS" (sueño con ondas lentas) y, después de unos 90 minutos, normalmente entramos en la segunda fase llamada REM (sueño con movimientos rápidos de los ojos). Durante el resto de la noche, alternamos entre estos dos estados. La mayoría de pesadillas ocurren durante la fase REM. Solo un 4% de pesadillas ocurren durante la fase SWS y son conocidas como "terrores nocturnos".

Las personas no suelen recordar el contenido de estas pesadillas. Tal vez se despiertan sudando o gritando, y sin embargo son incapaces de saber qué es lo que han soñado.


Vaya había dado en el clavo. O casi, ella había tenido esa pesadilla también de niña, así que su significado debería ser otro… ¿Cómo podría controlarla? siguió buscando.


Como controlar las pesadillas recurrentes:

-Evitar el consumo de alcohol antes de dormir.

No bebo. Descarado.

-Evitar el consumo de estimulantes antes de dormir. El café, té, un refresco energético... pueden actuar sobre su metabolismo e incrementar su nerviosismo y ansiedad, haciéndole más vulnerable ante la posibilidad de sufrir una pesadilla.

El zumo de naranja no entra en la descripción. Descartado.

-Si duerme en una casa donde se escuchan ruidos, bien por el sistema eléctrico de la casa, bien por ruidos del exterior, póngase unos tapones en los oídos para comprobar si estos ruidos provocan un cambio brusco en el estado de sueño que le lleva a sufrir pesadillas.

Siempre usaba tapones si no ni siquiera dormiría. Descartado.

-Intentar escribir toda su pesadilla sobre papel, luego leerlo en voz alta a otra persona y luego romper el papel en pedacitos y tíralo. Tal vez tenga un efecto terapéutico que llegue a su subconsciente.

No recordaba casi nada del sueño y tampoco tenia a quien contárselo. Descartado.

-Probar la técnica "Lucid Dreaming" (sueños lucidos), promovido sobre todo por el experto en sueños Dr. Keath Hearne.

Este experto dice que hay que enseñar a las víctimas de pesadillas cómo lograr convertir a su pesadilla en un sueño lucido, es decir un sueño en el que la persona se da cuenta de que su sueño es precisamente esto, algo irreal y por tanto no debe asustarse. El siguiente paso es controlar los acontecimientos desde el propio sueño, como si fuese el director de una película.


Vaya esto suena bien, siguió leyendo…


"comprobación de la realidad"

Hay varios métodos de inducir los sueños lúcidos. El primer pasó…

Haciendo la siesta es una manera con la que puedes aumentar gradualmente tus oportunidades de tener sueños lúcidos. Tienes que dormir bastante en la siesta para entrar en REM.

Si tu siesta es de 90 minutos a 2 horas tendrás suficientes sueños y una probabilidad más alta de tener un sueño lúcido que en los sueños que tienes durante el sueño de una noche normal. Enfoca tu intención en reconocer que tú sueñas cuando te duermes durante la siesta…


Se empapó de cada frase, cada truco, ya tenia la solución solo quedaba ponerla en practica a ver si surtía efecto…


Había pasado toda la noche en vela, ya era la hora de ir a trabajar, estaba agotada pero no importaba, esa misma tarde descubriría la verdad sobre su pesadilla. Simplemente tenía que dormir la siesta.

Las horas pasaron largas y pesadas, más aún que en días normales. Pidió la tarde libre y se marchó a casa. Estaba nerviosa y asustada, ¿lo conseguiría? Nunca lo había hecho antes pero estaba dispuesta a intentarlo. Quería saber que había en aquel maldito cuadro.

Por fin llegó a casa, comió, se tumbó en el sofá; encendió el televisor y sintonizó el canal de documentales que tan bien la ayudaba a conciliar el sueño. Cerró los ojos y concentrándose empezó ha seguir los pasos que había estudiado la noche anterior, esperó… una vuelta, otra vuelta... nada.

Se levantó del sofá angustiada y se dirigió a la cocina de manera impulsiva, abrió la puerta…


¡¡DIOS MIO!!


Un enorme pasillo se extendía ante sus ojos ¿estaba soñando? ¡¡lo había conseguido!! Pero algo no iba bien, aunque era consciente de su estado no controlaba sus movimientos. Sin poder evitarlo se adentró por el pasillo.

Estaba oscuro salvo por una tenue luz de procedencia desconocida. Las pareces recubiertas de papel estampado a rayas gruesas en tonos ocres parecían no tener fin. Sus pasos eran firmes y seguros y el suelo crujía bajo sus pies descalzos.

Seguía caminando en la penumbra, estaba aterrada pero su cuerpo no atendía a razones parecía como si alguien o algo estuviese tirando de él. Vislumbró una puerta a lo lejos ¿era allí hacia donde se dirigía? Se paró frente a ella, la madera era vieja y estaba carcomida, daba la sensación de que si la tocaba se rompería en mil pedazos. Una de sus manos agarro el picaporte y lo giró. El corazón le latía violentamente, parecía que le iba a estallar. La puerta se abrió con un chasquido y ante ella apareció una sala tan oscura como el pasillo. Atravesó el umbral y siguió caminando sin remedio, mientras sus ojos se adaptaban a la oscuridad recorría palmo a palmo la habitación, estaba completamente vacía, sólo se escuchaba el eco de sus pisadas.


Allí en el centro de aquella horrible estancia su cuerpo se detuvo, levantó la mirada y frente a sus ojos apareció el cuadro.

Era grande, con el marco dorado desgastado por el tiempo, daba la impresión de llevar ahí colgado más de 100 años. Una silueta rodeada de oscuridad se adivinaba en su inferior, no podía distinguirla a esa distancia, seguía estando demasiado lejos. El corazón se le salía del pecho, el miedo se apoderaba de ella, la respiración se le aceleraba por momentos, no quería seguir allí, quería salir pero su cuerpo era inerte, no podía moverse. Sus ojos no se apartaban del cuadro.


Repentinamente la habitación comenzó a girar de manera frenética, las paredes se movían, parecían encoger por momentos. Quería correr pero sus piernas no obedecían, como si las hubieran clavado al piso. Estaba mareada y sentía nauseas. Lágrimas de angustia brotaban de sus ojos y le nublaban la visión. Perdió las pocas fuerzas que tenía y cayó al suelo. Allí tirada siguió llorando y gritando en su interior, “¡Que pare por favor! ¡Quiero salir de aquí!... ¡Que pare!”


De repente la habitación dejó de moverse y para su sorpresa sentía su cuerpo de nuevo, podía controlar sus movimientos ¡podía escapar! Se levantó a duras penas en medio de la oscuridad que la envolvía, estaba desorientada y no le quedaban fuerzas. Entonces se dio cuenta de que el cuadro estaba a solo unos pocos centímetros de distancia. Se le cortó la respiración, no quería mirar sólo quería escapar de aquel horrible lugar. Dio media vuelta para salir de allí, pero algo se lo impedía de nuevo, esta vez no era una fuerza extraña... era ella misma.

La curiosidad había sembrado una semilla en su interior que había crecido hasta llegar a cada rincón de su cuerpo. Ahora lo tenía tan cerca, sólo tenía que girar el cuello levemente. Un pequeño gesto y todo acabaría, sus obsesiones, sus dudas, su pesadilla…


Secó sus lágrimas y cerró fuertemente los puños. Giró lentamente la cabeza mientras el tiempo parecían detenerse. Levantó su mirada…

Un escalofrío recorrió su cuerpo, la sangre se heló en sus venas. El cuadro le devolvía su reflejo como si de un espejo se tratase. Su mirada chocó consigo misma y su cordura se perdía en el último de sus latidos... 

Alli vio su único miedo, alli vio su propia muerte. 


El día pasó rápido y agitado, 



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: RADIOPIPOLLSINFRONTERA Enviado: 21/10/2014 03:14


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados