Que el cajón de nuestra memoria
siempre este lleno pero de cosas buenas,
de aquellas que nos proporcionan
alegría, aliento, esperanza y sobre
todo mucha paz, porque si echamos
mano a lo primero que encontremos
nos puede traer consecuencias y
no es lo más aconsejable,
por tanto hagamos limpieza del cajón
frecuentemente para no encontrar
lo que no se debe.