Señor: ¿Qué me traerá el año que empieza?
Lo que Tú quieras Señor, pero te pido Fe para mirarte en todo, esperanza para no desfallecer,
y caridad para amarte cada día más, y para hacerte amar entre los que me rodean.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad, dame Señor, lo que Tú sabes que me
conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas, y que me halle siempre dispuesto
a hacer tu Santa Voluntad.
Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede tu paz al mundo entero.
Una de las expresiones que resonará en el cielo sin duda será:
Gracias Señor. ¿Por qué? Porque Dios nos salvó de nuestros pecados, nos dio vida en abundancia,
el privilegio de servirle y conocerle cara a cara. Gracias Señor, por las pruebas porque por medio de ellas,
aprendí a ser consolado por Ti, para consolar a otros. Escrito está: “Quien nos consuela en todas nuestras
tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar
todos los que sufren” Gracias Señor, porque en medio de las decepciones, de la inflación y alto costo de la vida,
de la enfermedad, de las desilusiones de falsas amistades y perdidas, aprendí que
“Jesucristo es el mismo, ayer y hoy y por los siglos” Tu nunca cambias.
Gracias Señor, porque vi. Tus bendiciones, Tu mano dándome salud y apoyo para seguir adelante en medio
de las vicisitudes de la vida. vi. Tu protección y Tu provisión diaria para seguir viviendo y sirviéndote.
Gracias Señor, porque “eres bueno y para siempre es tu misericordia”; y porque al final de cuentas,
el estar a solas contigo, y aprender de la Biblia y la oración, no es tiempo perdido,
sino un encuentro para crecer en Ti.
Gracias Señor, porque permitiste enseñar, predicar, testificar y aprendí que al servir
al prójimo era haberlo hecho para Ti.
En tus manos dejo rencores, penas, resentimientos, y perdono a mis ofensores creyentes y no creyentes
para que pueda experimentar tu perdón y así verme realizado como un discípulo Tuyo, al
“amar al prójimo como a sí mismo”.Para Ti no hay fin de año, porque para Ti “mil días, son como el día de ayer”
Te pedimos, Señor, paz y felicidad en el nuevo año.
Que seamos felices, Señor, en esta tierra nuestra: Ella nos sustenta y rige.
Que seamos felices, Señor, con el perdón: Nada más poderoso para desterrar los odios y establecer la paz.
Que seamos felices, Señor, con la justicia: Sin ella no hay humanidad.
Que seamos felices, Señor, con la ternura: Es el único sol necesario para alumbrar días y noches.
Que seamos felices, Señor, en este nuevo año de 2012...Lo necesitamos. Es deseo y don tuyo.
Amén y Amen
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