Puede ser un momento de LIBERACIÓN: deja atrás alguna atadura que
no te permite avanzar, un rencor que solo te hace mal a ti, una relación estéril, una creencia limitante.
Puede ser un momento de PERDÓN: tal vez precises perdonarte algo que te provoque culpa y no te permite acceder a la felicidad que mereces. O necesites perdonar a alguien que sabes que no quiso hacerte daño, pero tomó una decisión equivocada en algún momento.
Puede ser un momento de ACERCAMIENTO: si estás lejos de alguien que quieres y
por alguna razón no te has comunicado en los últimos tiempos, envía un email,
un mensaje de texto, llama por teléfono… la palabra de alguien querido a
quien extrañamos es un puente hacia una sonrisa del corazón.
Puede ser un momento de HUMILDAD: si el orgullo o alguna otra razón te cegaron
al tomar alguna resolución, o no te permitieron ver lo que realmente sucedía y sientes
que estuviste mal, qué mejor oportunidad para reconocer que somos humanos, que todos nos equivocamos,
y aunque intentemos hacer las cosas lo mejor posible, no podemos controlar
todo lo que sucede… solo nuestras intenciones.
Puede ser un momento de CONCRECIONES: ¿y si decides hacer eso que has estado posponiendo
y te agradaría mucho llevar a cabo? Si te lo propones, en los próximos días seguramente
que encontrarás el tiempo para hacerlo…
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