10 mandamientos seculares
Domina tu lengua. Dí siempre menos de lo que piensas.
Piensa antes de hacer una promesa y luego no la rompas, no importa cuánto te cueste cumplirla.
Nunca dejes pasar la oportunidad de decir algo alentador a una persona, o algo bueno acerca de ella.
Ten interés por las personas que te rodean, por sus familias, sus hogares, sus sueños.
Acompaña a los que ríen sanamente y conforta a los que lloran.
Sé alegre. Ríete de las buenas historias y aprende a contarlas. Trasmitir alegría es un don que todos podemos tener.
Conserva una mente abierta para todas las cosas. Recuerda que no hay verdades absolutas.
Y que es una virtud poder discrepar y conservar la amistad del oponente.
Deja que tus virtudes hablen por sí mismas y rehúsa hablar de las flaquezas y faltas de los otros.
Condena las murmuraciones, en especial las malintencionadas.
Ten cuidado con los sentimientos de los demás. Es más fácil herir que reparar luego.
No hagas caso de habladurías sobre tu persona. Vive de forma que nadie pueda
darles crédito y acabarán por olvidarlas.
No seas excesivamente celoso de tus derechos. Trabaja, ten paciencia, conserva la calma,
cree en ti mismo, ten firmeza y recibirás tu recompensa.
|