Así pues, hemos de cuidar que cada tramo esté bien construido,
ahí que siguiendo las definiciones orientales elijamos bien nuestras palabras,
los peldaños de la escalera de una buena comunicación.
Ya que:
Una palabra cualquiera puede ocasionar una discordia
Una palabra cruel puede destruir una vida.
Una palabra amarga puede provocar odio.
Una palabra brutal puede romper un afecto.
Una palabra agradable puede suavizar el camino.
Una palabra a tiempo puede ahorrar un esfuerzo
Una palabra alegre puede iluminar el día.
Una palabra con amor y cariño puede cambiar una actitud.
¡ELIJAMOS BIEN UNA PALABRA, HOY!
Porque con una palabra podemos perder o ganar un amigo.
Eduardo Criado