La piel de mi niña
La piel de mi niña huele a caramelo
y al mango dulcito que se da mi pueblo.
La piel de mi niña es mi propia piel
sólo que en la mía hay sudores viejos
mi piel chamuscada, ardida en deseos
y la piel de mi niña huele a caramelo.
Si hay que hacer la guerra la guerra se hará
para ver los niños felices jugar
y a la gente vieja hablar de la paz
que después la guerra estará de más.
La piel de mi niña es piel de mi pueblo
es mi propia piel y del pueblo vengo
con sus niños viejos, sus niños obreros
sin un solo mango, sin un caramelo.
Alí Primera