CIELO Y MAR
En este panorama que diseño, para tormento de mis horas malas, el cielo dice de ilusión y galas, el mar discurre de esperanza y sueño.
La libélula errante de mi ensueño abre la transparencia de sus alas, con el beso de miel que me regalas a la caricia de tu amor risueño.
Al extinguirse el último celaje, copio en mi alma el alma del paisaje azul de ensueño y verde de añoranza;
y pienso con oscuro pesimismo que mi ilusión está sobre un abismo y cerca de otro abismo mi esperanza.
Cruz Salmeron Acosta |