VERDADERA AMISTAD
Ninguna relación puede funcionar si no aceptamos a las personas como realmente son. Como seres humanos tendemos a querer cambiar a los demás y hacerlos a la manera que a nosotros nos parecen que deben ser.
Es cierto que debemos ser una influencia positiva para los demás;
No hay nada malo que imitemos lo bueno de ellos y que ellos, a su vez, imiten lo bueno de nosotros, pero los cambios que se realizan en una persona deben hacerse porque ella así lo desea y no por nuestro afán de cambiarla.
Hay seres humanos que no tienen amigos, porque quieren que las personas con quienes se relacionan sean perfectas, pero, hasta donde se sabe, aún no nació la persona perfecta, solamente Dios es perfecto.
Todos tenemos defectos.
Muchos de nuestros defectos son productos de la herencia de nuestros padres y abuelos, la educación, el medio.
Cuando una persona confía en nosotros y nos demuestra su afecto, debemos ver lo positivo que hay en ella y la oportunidad de enriquecernos aprendiendo de sus virtudes y aceptándola con sus defectos, que son muchos.
Es muy común que cuando una persona vive en la prosperidad le sobren amigos. Esto es fácilmente observable entre los artistas de cine, los deportistas famosos, y otras personas que hacen vida pública y ganan por supuesto mucho dinero.
Pero, ¿qué sucede cuando se acaba el dinero?
La gran mayoría de los pseudo amigos desaparecen de la faz de la tierra.
En una verdadera amistad no hay interés material, el único interés que prevalece es el que se tiene por la persona misma.
Interés por disfrutar juntos lo positivo de la vida;
interés por crecer juntos;
interés por aprender juntos;
interés por disfrutar de la compañía de los amigos
sin importar si son ricos ó pobres.
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