La esperanza no es la última que muere.
Pues, nunca muere. Siempre hay una nueva posibilidad.
Siempre hay un chance para la transformación de última hora.
La mayor esperanza que se tiene es
aquella de que la vida nunca se acabe.
Aquella que, en el momento final en que se
cierran los ojos, la vida persista y vaya más
allá de los límites. Es la esperanza de la inmortalidad.
Y esta esperanza es verdadera.
Al cambiar la conciencia mundana por una
percepción espiritual del todo,
me acerco a esta inmortalidad.
de la red
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