Bajo brillante niebla,
De saladas actinias cubierto,
Amaneció en la playa,
Un bote viejo.
Con arena, se mira
La banda de sus bateleros,
Y en la quilla verdosos
Calafateos.
Bote triste, yacente,
Por los moluscos horadado;
Ha venido de ignotos
Muelles amargos.
Apareció en la bruma
Y en la armonía de la aurora;
Trajo de los rompientes
Doradas conchas.
A sus bancos remeros,
A sus amarillentas sogas,
Viene los cormoranes
Y las gaviotas.
Los pintorescos niños,
Cuando dormita la marea
Lo llenan de cordajes
Y de banderas.
Los novios, en la tarde,
En su alta quilla se recuestan;
Y a los vientos marinos,
De amor se besan.
Mas el bote ruinoso
De las arenas del estuario,
Ansía los distantes
Muelles dorados.
Y en la profunda noche,
En fino tumbo abrillantado,
Partió el bote muriente
A los botes lejanos
EGUREN JOSE MARIA.