POR SEGUIR VIVIENDO.
Vivimos por seguir viviendo el mísero escape de nuestros tormentos abanderando el mal como coraje como hallazgo de un tesoro.
Calculamos mal e inciertas mil ilusiones confusas como nubes, como raices convertidas en podridos raigones creando de las lluvias aguaceros.
Las fauces de león hambriento recorren sabanas sedientas de algos, arañan prados arrancando los colores de las flores por seguir creyendo en un oculto tesoro.
Vivimos el mísero escape de nuestros tormentos adulando el verde de los brezos acartonados al fin junto a las verjas, cosechando madreselvas plagadas de abejas.
Damos contenido a preguntas no reveladas librando conversaciones ignotas con oidos sordos en cabezas desmembradas, por seguir viviendo".
DE LA RED
09/22/2015
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