nunca imaginaste el dolor que cabía en la inmensa herida que abrió tu mentira, creí en tus palabras y caí en el engaño del dulce veneno de tu cobardía * tendiste tu trampa de falsas promesas burlando a tu antojo el amor y la entrega, urdiendo en las sombras negros sentimientos envueltos en besos y caricias de seda * hoy tu propia trampa se abrió ante tus pies y te inoculaste tu propio veneno yo curé mi herida y te cubrí de olvido, pero tu alma sufre y se ahoga en lamentos * tu vida mendiga migajas de amor, tu corazón quiere sentirse querido, te duele la ausencia de haberme perdido,