El Oro Mas Pulido...
Cada vez que le descubro a mi hombre un gran poeta y lo convenzo con mi entusiasmo y mi memoria y mi alegría y el lo lee y lo nombra y lo disfruta arde mi corazón con unos celos miserables...
¿Por qué se me adelanta ese canalla? ¿Por qué escribió los versos que yo pude escribir si acaso el tiempo el mundo el improbable azar...?
¿Por qué?
Y me pongo a sufrir largos minutos sintiendo como ortiga por dentro mientras el recuerda o cita o pronuncia en voz alta los versos las imágenes el oro musical que yo le convidé
Y me arrepiento de haber puesto en sus ojos de haber puesto en su alma un rival que (¡afortunadamente! dice el lado egoísta de mi corazón) ya está muerto o ya es muy viejo o vive en un país tan lejano o no habla nuestra lengua
Pero pasan los días y no puedo dejar de poner en su alma una nueva ración del oro más pulido del espíritu humano Porque a pesar del vidrio molido de mi resentimiento ¿cómo podría ofrecer a mi amado un manjar menos rico una mesa más pobre unos enclenques versos tartamudos o sosos?
Y me pongo a sufrir otros largos minutos...
Luego todo se aclara y me siento más santa por el resto del día...
Estrellita
|