El modelo todavía contaba con sus ruedas originales. Un vistazo a la cajuela reveló que había dos galones del concentrado
de agua y metanol “Turbo-Rocket” de Oldsmobile. Abrí la puerta para encontrar un casi perfecto interior color plata con asientos negros.
El auto apenas tenía poco más de 44,000 millas – esta cosa estaba como nueva.
Una consola con la transmisión de cuatro velocidades con un indicador del fluido de inyección para el turbo hacían todavía
más raro a este modelo. Si usted lo estaría manejando suavemente, la aguja del indicador estaría en la zona verde (Economy);
si lo manejara más agresivo estaría en la zona roja (Power).
Debajo del capó, el 215ci V-8 original y el turbo estaban perfectamente preservados, pero la batería ya estaba acabada.
La única cosa que podíamos ver que faltaba era el contenedor Turbo-Rocket emergency que venía instalado de fábrica.
De lo contrario, todo parecía que estaba en su forma original.