Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.
Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.
Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.
Es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;
Es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;
Es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.
Es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.
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