Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo; que la noche la mañana. Se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío; que la calor, la nevada. Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa; que tu corazón su casa. Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla. Tú, en la cumbre de una rama.)
Rafael Alberti
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