Soy un alma pagana. Adoro al dios bifronte y persigo a las ninfas por las verdes florestas, y me gusta embriagarme en mis líricas fiestas con vino de las viñas del viejo Anacreonte.
¡Que incendie un sol de púrpura de nuevo el horizonte; que canten las cigarras en las cálidas siestas, y que dancen las vírgenes al son del sistro expuestas al violador abrazo de los faunos del monte!
¡Oh, viejo Pan lascivo!... Yo sigo la armonía de tus pies, cuando danzas. Por ti amo la alegría y las desnudas ninfas persigo por el prado.
Tus alegres canciones disipan mi tristeza, y la flauta de caña que tañes me ha iniciado en todos los misterios de la eterna Belleza!
FRANCISCO VILLAESPESA
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