DE ENTRECASA
No es la gran soledad son los pequeños vacíos horas en que la oficina te fagocita, exprime. El tiempo que el niño duerme su frágil siesta de hilo y yo administro la rutina cotidiana y doméstica, malabarismos de la nada. No son los grandes dolores son las pequeñas frustraciones el diario sin leer las uñas hace tres días sin pintar el no poder hacer el dobladillo del vestido de salir ni necesitarlo.
GESELA GALIMI
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