Nada ...
Nada, ni nadie, te arrancará de mi
El sol dejará de sonreírle, a una tarde de ardiente verano.
Las flores dejaran de brotar en primavera y no darán
su acostumbrado perfume, en los jardines y en los campos.
Tal vez el océano pierda su azul verdor, al observarlo
a la distancia, pero yo jamás te sacaré de mis pensamientos.
Y te pasearás triunfante en mi memoria.
Nada hará cambiar mi forma de amarte.
Quizá nunca toques mis manos, ni acaricies mis cabellos
en una noche, que invite a una intimidad delirante,
más mi alma travesara fronteras, y estará allí junto a ti para amarte.
Te amaré hasta el amanecer, hasta dejarte extenuada,
llena de mi amor, de mis caricias y mis besos y lloraré de emoción al sent
irte solamente mía.
Permaneceré siempre a tu lado.
Estaré en tus noches tristes, en el susurro del viento por las tardes,
cuando creas que la noche ha llegado y todo
sea oscuro par ti, estaré en una estrella,
alumbrando tu destino para que puedas seguir tu camino.
Clamaré a Dios para que seas feliz,
aunque no sea a mi lado y cuando al final hayas
encontrado con quien compartir tu vida, me retiraré en forma silenciosa.
Y cuando de vez en cuando quieras recordarme,
me encontrarás en el rocío suave de una rosa,
o en una gota de lluvia en una tarde cualquiera,
o tal vez en la sonrisa de una pareja de enamorados.
DESCONOZCO EL AUTOR
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