NÁUFRAGA
Como doliente náufraga,
en el mar de mi vida la encontré.
Venía de pasar crueles tormentas
de un pasado infeliz, de un mal amor…
Yo le dí mi cariño…
En mis brazos abiertos
la náufraga doliente se aferró,
como se aferra un náufrago sediento,
ávido de cariño y protección.
Así, por un buen tiempo,
la náufraga en mis brazos descansó.
Cuando las tempestades se calmaron,
también de mi cariño se alejo.
y volvió a ser la náufraga doliente,
que en borrascosas olas en furor,
Arrastra, por los mares tempestuosos
el naufragio infeliz de un nuevo amor…
(Oscarj)