Cuando nos concentramos en la abundancia, sentimos que nuestra vida es abundante; cuando nos concentramos en la escasez, sentimos que nuestra vida está llena de carencias. Todo depende simplemente de donde centremos nuestra atención.
Es verdad que no podemos negar los sufrimientos de la vida. Eso es perjudicial para la salud, tanto la física como la emocional. Pero igualmente importante es lo siguiente: ¡No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!
Te recomiendo que escribas para ti un "Libro de la Abundancia". Cada noche, antes de acostarte, anota por lo menos cincuenta cosas maravillosas que te hayan ocurrido ese día.
¡Vamos! ¿Cincuenta cosas? "Si difícilmente logro encontrar tres", dirán algunos.
Es obvio que no te has fijado en las bendiciones y bienes de tu vida. La finalidad de este ejercicio es ayudarte a hacerlo. He aquí algunas de las cosas que podrías anotar:
Esta mañana arrancó el coche.
Soy capaz de caminar.
Tengo alimentos para comer.
Alguien me hizo un elogio.
Hoy mis hijos no se metieron en ningún lío.
Sentí el calor del sol en la cara.
Hablé con una de mis mejores amigas.
Las flores están comenzando a abrirse.
Tengo agua caliente para ducharme.
Estoy respirando.
Salió el sol.
Las cosas que anotes en tu Libro de la Abundancia no tienen por que ser brillantes y sensacionales.
En realidad es mejor que no lo sean. Ten siempre presente que si sólo nos fijamos en las cosas brillantes y sensacionales, gran parte de nuestra vida parecerá triste, y eso desde luego no es cierto.
Respirar, por ejemplo, no es algo increíble, realmente extraordinario. Al principio, encontrar esas 50 cosas que agradecer te va a llevar mucho tiempo, muchísimo tiempo.
Pero muy pronto las cosas buenas van a llover sobre el papel, porque te pasarás gran parte del día buscando las bendiciones de tu vida para poder tener cosas nuevas que añadir a tu Libro de la Abundancia cada noche. Y las encontrarás!
Los beneficios son evidentes...
Cuando empieces a buscar las cosas buenas, inmediatamente dejarás de fijarte en las malas, y te sentirás feliz, una persona afortunada. Si logras adquirir el hábito de fijarte en la abundancia, tu vida se transformará...
Demos gracias a Dios por todas las cosas
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