Criticar
He aquí algunas reglas práticas para el arte de criticar:
La crítica ha de hacerse siempre cara a cara.
La crítica ha de hacerse a la persona interesada y en privado (salvo en la crítica pública a las cosas públicas).
Nunca se debe criticar comparando con otras personas. Se deben criticar los hechos, jamás las intenciones.
La crítica debe ser especifica y objetiva. Cualquier exageración le hace perder toda su eficacia.
Hay que criticar una sola cosa cada vez. Si al criticar soltamos todos los rencorcillos que hemos ido acumulando,
lo que conseguimos será discutir y no curar.
Hay que saber elegir bien el momento para criticar. En principio, lo ideal es hacerlo apenas se ha
producido el hecho criticable, pero todo depende de que nosotros estemos tranquilos para criticar
y el criticado lo esté para escuchar.
Nunca se debe criticar lo que no se ha comprendido bien.
Antes de criticar hay que ponerse en las circunstancias del criticado.
Es preferible el silencio del sabio a las palabras del necio, porque dice más el sabio callado que el necio hablando...