EXPERIENCIA JUNTO AL RIO
Todo brilla de una manera irreal al resplandor del ocaso,
los tonos se ven naranjas tornándose a rojizos, lentamente las sombras
tienden su manto sobre el bosque que circunda al río, los chispeantes
sonidos del armonioso día se van apagando y las siluetas de los árboles se diluyen convirtiéndose en oscuros fantasmas.
Por unos instantes, un silencio profundo ocupa todo. ¡Es tan hondo ese silencio! Es como si la vida se hubiese detenido en pocos segundos.
Todo está en calma, ni siquiera una leve brisa se atreve a violar ese momento
trascendente, hasta el río pareciera detener su constante recorrido. Todo se detiene... Es que el día abandona al bosque, al río... a mí.
Imprevistamente, todo cobra nueva vida, los habitantes de la noche
a poblar las ramas de los árboles y el suelo acolchonado de hojas y hierbas silvestres se llena de movimientos sigilosos. La brisa vuelve a recorrer el invisible camino sin saber a donde llegará. Alcanzo a escuchar el etéreo aleteo de los insectos. El río comienza nuevamente su recorrido con su eterna paciencia de siglos. Ha llegado la noche y una luna naranja ilumina las aguas espejándose en ellas. En su pasar habla el agua con voces oscuras corriendo lentamente
en el cauce, hasta ensancharlo tanto que se asemeja al mar,
es ahí donde no puede oírse el sonido de las aguas por ser tan
ancho el río, mientras, pasa murmurando cosas que sólo el buen navegante puede descifrar.
Es un espectáculo sorprendente, casi mágico, deberían verlo!. Al anochecer, el claro de luna es encantador
los rayos de plata de esa luna grande encanta todo lo que toca y las
casas que acarician las orillas descansan pacíficas respirando lento.
A través de las cuencas sin ojos de sus ventanas brillan las estrellas desparramando luz sobre las matas.
En ese fantástico momento las luciérnagas, como pequeños puntos
de luz atraviesan el espacio nocturno.
Silenciosamente las damas de noche abren sus pétalos a las
noctámbulas mariposas ávidas de su néctar.
Todo es vida y misterio, quedo arrobada entre los aromas de la noche, sus sonidos y secretos.
El eco de ancestrales voces, gritos, gemidos y aullidos resuenan en lo mas
profundo de mi mente.
No me arriesgo a interrumpir tan asombroso momento, me quedo quieta,
en silencio, demoro al sueño que quiere irrumpir en mis sentidos... estaré realmente viviendo esto?
Y así estoy, atrapada entre lo mágico y real, esperando que se haga eterno y que el día no
vuelva para decirme que debo despertar.
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